La simulación es el proceso mediante el cual se genera artificialmente una situación determinada. Puede decirse que simular es emular algo con un fin específico. Desde esta perspectiva, el término se aplica a diversos contextos, contextos en los cuales se genera un artificio que representa a una situación que se considera parecida a la verdadera. Las simulaciones pueden utilizarse para realizar una determinada prueba que sirva de entrenamiento para una situación real; así, servirían como una suerte de visualización artificial de las diversas posibilidades que podrían acaecer en un contexto crítico; la importancia de dichas pruebas se evidencia en el costo que las mismas tienen, costo que en ocasiones es estratosférico.
Una muestra de simulación en la que se gastan sumas importantes de dinero tiene que ver con la guerra. En efecto, la misma implica una cierta comprensión de las diversas posibilidades a las que distintas fuerzas de seguridad podrían verse expuestas. Es por ello que suelen diseñarse juegos, entrenamientos que emulan circunstancias de combate. Esto es cierto para fuerzas terrestres pero también para fuerzas aéreas y marítimas. Los juegos implican el establecimiento de determinados objetivos que están asociados a eventos que suelen presentarse en situaciones de conflicto real, hecho que es evidentemente útil para la formación.
Otro contexto en el que usa frecuentemente la simulación es la aviación. De esta manera los pilotos pueden tener sus primeras experiencias sin la posibilidad de correr ningún riesgo. Este tipo de simulaciones son cada vez más realistas, circunstancia en buena medida ligada al desarrollo tecnológico. En el caso de viajes espaciales, la simulación con fines didácticos también un rol de enorme relevancia. Pensemos que en estos casos es el único acercamiento que se tiene a una experiencia en el espacio exterior; en estos casos se pone énfasis en los despegues y los aterrizajes, circunstancia explicable por la criticidad de los mismos.
Es interesante comprobar que también existen contextos de simulación en donde la finalidad principal es la estética. En efecto, un caso típico de esta circunstancia es el teatro o el cine. En estos casos los actores simulan emociones con respecto a eventos ficticios y de esta manera generan un efecto en la audiencia. Este tipo de circunstancia no es una novedad entre nosotros, está presente desde la antigüedad, basta para ello recordar al teatro griego y al proceso de catarsis logrado mediante el mismo. Sin lugar a dudas, puede decirse que es una de las primeras manifestaciones de simulación organizada.