En el mundo de la política, hay reglamentadas y reconocidas diferentes situaciones que son consideradas peligrosas y ue los Estados tienen la obligación de controlar en pos del bienestar común. Entre ellas encontramos a la sedición, un acto común e importante en las sociedades más oprimidas.
¿Qué es lo que se cifra detrás de la palabra sedición?
Si uno desea entender de manera más completa qué es la sedición, podemos comenzar la explicación diciendo que la misma proviene del latín, idioma cuyo equivalente es seditio. Este término se utiliza para referir a lo que está alejado, a lo que se separa del conjunto y aquí es donde comienza a ganar sentido el significado de esta palabra.
La sedición es, oficialmente, un acto mediante el cual una persona, un grupo de personas o un pueblo entero, actúa con los fines específicos de separarse de parte del territorio donde vive, luchando para eso contra el gobierno, contra otra facción política o incluso con la parte del pueblo con la que no coincide, en cuyo caso debemos hablar también de guerra civil.
¿Cuáles son los peligros de estos actos sociales?
Si bien la sedición es un hecho o un fenómeno que existe dentro de las posibilidades de acción de un pueblo, para los términos legales de la convivencia humana es considerada en muchos países como un delito o una grave infracción ya que la misma podría comportar muchas complicaciones en el orden establecido.
Incluso son muchos los ciudadanos que ven a este tipo de situaciones o acciones como serias traiciones a la patria y que condenan a aquellos que se consideran sediciosos como delincuentes comunes. La sedición no necesariamente implica ataques violentos o militares, pero sí el recurso de constante difusión de ideas o acciones en contra del gobierno establecido y para muchos gobiernos estas cuestiones actúan como daño al bienestar común.
¿Podemos hablar de un derecho humano en este caso?
Del mismo modo que debemos señalar que para muchos gobiernos y en muchas sociedades el acto de sedición es considerado un delito, es válido aceptar la pregunta que nos lleva a pensar si estamos frente a un derecho humano. Si entendemos que una persona sediciosa está actuando porque está en contra de un determinado gobierno o situación política del territorio donde vive, entenderemos que es su derecho poder hacerlo sin que esto sea visto como un acto de peligro para el bien común.
De hecho, han sido históricamente muchos los casos de sedición que han terminado en liberación de pueblos o comunidades que de otro modo existían sólo bajo el yugo de poderosos.
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