El clasicismo fue un importantísimo movimiento cultural e intelectual que surgió y tomó como base y pilar todos los patrones que en estas materias se propusieron y promovieron en la Antigüedad clásica, es decir, toda la producción estética y cultural surgida en las Antigua Roma y Grecia.
Desde su aparición este movimiento ha tenido cultores y máximos referentes en todo el mundo, en tanto, en el México contemporáneo destaca sin dudas el poeta y autor Rubén Bonifaz Nuño, quien justamente a lo largo de toda su carrera profesional realizó traducciones personales muy reconocidas y aclamadas por público y crítica de clásicos de la antigüedad como ser: la Eneida, la Ilíada, Olímpicas, entre otras.
También se ocupó de traducir y revalorizar los trabajos de colegas de la antigüedad, como ser: del poeta romano Catulo, de su colega latino Propercio y del también romano Lucrecio.
Nació en la ciudad mexicana de Córdoba, el 12 de noviembre del año 1923 y falleció recientemente, a los 89 años, el 31 de enero del año 2013.
En su formación profesional nos encontramos con que se graduó en la carrera de derecho y realizó un doctorado de Arte y Cultura clásica, en ese afán que ha sentido desde joven por la producción cultural de la antigüedad.
También se desempeñó como profesor de la materia de latín en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Como excelente exponente de las letras de su país es que fue miembro de la prestigiosa Academia Mexicana de la Lengua por un poco más de tres décadas, renunciando a su puesto en el año 1996.
En el año 1974 fue distinguido por su país con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, uno de los más prestigiosos que entrega el estado mexicano, en la categoría de lingüística y letras.