Rodrigo Borgia, mejor conocido como el Papa Alejandro VI, fue la máxima autoridad de la Iglesia Católica, entre los años 1492 y 1503, año de su fallecimiento.
En materia de números, fue el Papa número 214 pero sin lugar a dudas se destacó en la historia del cargo por haber sido uno de los que más estuvo vinculado a escándalos de corrupción y de enriquecimiento ilícito.
Y claro, sin dudas, ha sido esta última cuestión la que le permitió alcanzar ese puesto clave en un cortísimo tiempo.
Borgia, nacido el 1 de enero del año 1431 en la ciudad valenciana de Játiva, en el seno de una familia noble, era sobrino del Papa Calixto III, entonces, esta relación fue la que primeramente usó para ingresar al mundillo eclesiástico con el cargo de cardenal Diácono, pero tiempo después serían sus intrigas la que abrirían paso a otros destacados cargos tanto en la curia romana como en la política de su tiempo.
Cuando se convirtió en Papa en el año 1492 intensificó su red de alianzas para que su familia ocupase un lugar notable y de sumo poder en la Europa de su tiempo.
Incluso, utilizó a varios de sus hijos como Lucrecia y César, los más involucrados, para tales fines, casándolos con prominentes personalidades políticas y de la nobleza.
A través de dos enfrentamientos bélicos muy importantes durante su papado, como fueron, por un lado, la guerra italiana, que enfrentó a Francia con la llamada Liga de Venecia y por otro la guerra de Nápoles, Alejandro VI, supo capitalizarlos para su molino y así acrecentó su poder al máximo en Italia, que sin vacilaciones se puede decir que fue absoluto durante la década que sirvió.
Otra cuestión insoslayable de su actividad como Para fueron las bulas que promulgó en beneficio de España y que le permitieron a la corona española sentar su dominio sobre las tierras descubiertas por Colón en el continente americano.
Obviamente, las mismas resultaron de un intercambio, tal como era habitual en las acciones de este Papa, y a cambio les solicitó apoyo militar en la Guerra Italiana.
Como contrapartida de tanta corrupción y arreglo político, Alejandro VI, fue un Papa que se ocupó muy especialmente de promover el arte y la cultura durante su tiempo.
Ahora bien, la Casa Borgia que supo construir estaba toda edificada sobre su mente y espíritu con lo cual una vez que falleció sus herederos no pudieron de ningún modo sostenerla.
Su fallecimiento ocurrió en Roma, en los Estados Pontificios, el 18 de agosto del año 1503.