Biografía de Roberto Arlt

Nació en Buenos Aires y se crio en el barrio porteño de Flores, en una familia conformada por sus padres, dos inmigrantes, muy, muy pobres; su papá era prusiano y su mamá austrohúngara, más dos hermanas que terminaron falleciendo a causa de la tuberculosis, una de las afecciones más comunes y mortales de aquellos años.

Su padre fue un hombre muy rígido y esa situación dominó la relación entre ambos para siempre.

A los ochos años fue expulsado de la escuela por mala conducta y decidió volcarse al autoaprendizaje.

A los dieciséis años, cansado del autoritarismo que inundaba la casa familiar, decidió abandonarla para siempre.

Realizó diferentes trabajos para mantenerse: pintor, mecánico, soldador, ayudante de biblioteca, trabajador portuario, entre otros, hasta que decidió volcarse por completo a su afición por la literatura que lo terminó llevando a despuntar las profesiones de periodista y de escritor de novelas, cuentos, las famosas aguafuertes y más…

Integró el Grupo Boedo, un colectivo de artistas de vanguardia que profundizaron y debatieron la problemática social de su tiempo, defendieron ideas de izquierda, y se asociaron a los sectores populares, tales como el movimiento obrero.

Para ellos el escritor debía asumir una función social y pedagógica.

Se llamó así porque las reuniones se dieron en una editorial ubicada justamente en la calle porteña de Boedo.

Inició su actividad como periodista en el periódico de ultraderecha Patria, en el cual claramente duraría muy poco a razón de su ideario político, en absoluta oposición con la línea editorial.

Se casó con Carmen Antinucci y un año después nació su hija Mirta.

Escribió su primera novela El Juguete Rabioso.

Trabajó como redactor para los periódicos La Nación, Crítica y El Mundo.

Se lo considera el precursor de la novela moderna; introdujo un lenguaje directo y coloquial y el abordaje de temáticas cotidianas, como la inmigración y la desigualdad con las cuales debían lidiar los recién llegados.

Sin lugar a duda, su presencia en la literatura argentina dejó una huella imborrable por sus contribuciones inéditas y renovadoras, en materia de: estilo de expresión, temas y uso del lenguaje.

Impuso una notable y positiva transgresión en el universo de las letras, y como suele suceder en la mayoría de estos casos, al comienzo de su carrera, gozó de cierta incomprensión y desdén por parte de aquellos que abrazaban los estilos narrativos tradicionales. Una vez desaparecido físicamente su legado fue ampliamente reconocido y muy valorado.

Publicó su segunda novela: Los siete locos.

Para esta época ya era el reconocido autor de la sección del diario El Mundo denominada aguafuertes, relatos costumbristas que aparecían publicados en los diarios y en los que Arlt supo dar magistralmente cuenta de los cambios y progresos que se producían sin cesar en el Buenos Aires de aquellos años.

Se dedicó casi con exclusividad a la dramaturgia y fue pionero del teatro social, en el cual precisamente volcó todo su ideario anarquista utópico. Sus obras fueron presentadas en el Teatro del Pueblo.

A la par de su carrera literaria y periodística desarrolló una intensa actividad como inventor, incluso, tuvo una sociedad con el actor Pascual Naccaratti, llamada ARNA, con quien instaló un laboratorio en la localidad bonaerense de Lanús.

En el laboratorio llevó a cabo las más diversas y disparatadas invenciones, entre ellas unas medias reforzadas con caucho, que presumieron de ser irrompibles, que patentó, pero nunca fueron comercializadas.

Inventó otros objetos muy singulares: un señalador automático de estrellas fugaces, una tintorería para perros, una máquina que escribía con caracteres de imprenta al tiempo que una persona le dictaba, una máquina de prensar ladrillos, rosas de cobre…

Se editó su obra Los Lanzallamas, que en realidad es la continuación de la anterior: Los siete locos.

Patentó el sistema de galvanización de medias, así se llamó formalmente el invento de las medias femeninas con las que pensaba triunfar comercialmente, porque durarían años y años sin engancharse…

Quedó viudo de su primera esposa, quien falleció a causa de tuberculosis.

Volvió a casarse, con Elizabeth Mary Shine, con quien también tuvo un hijo al cual no llegó a conocer.

Falleció en Buenos Aires a causa de un paro cardíaco. Tenía 42 años.