Ricardo Corazón de León fue el apodo con el cual se conoció y más tarde se difundió la obra llevada a cabo por Ricardo I, Rey de Inglaterra entre los años 1189 y 1199. Tal denominación, corazón de león, surgió a cuenta del enorme coraje que demostró este hombre a la hora de defender el poder religioso frente a los intereses ajenos que se acercaban para disputarle el poder a instancias de la tercera cruzada.
En tanto, de las varias singularidades que se le achacan a Ricardo I, las dos cuestiones que más se le han destacado de su personalidad, son, por un lado, la mencionada fuerza arrolladora que disponía y le infligía a su ejército y por otra parte que siempre peleó en la primera fila junto a sus soldados, como uno más, sin distinciones ni privilegios.
La historia dice que Ricardo nació un 8 de Septiembre del año 1157 en Oxford y era el tercer hijo del Rey Enrique II y de Leonor de Aquitania, de quien heredaría el Ducado de Aquitania y el de Poitiers. Entre los años 1173 y 1174 junto con su madre y sus otros hermanos se rebeló contra su propio padre que había invadido sus dominios, aunque, ésta no sería la única pelea que mantendría con su padre, ya que la enemistad resurgiría en el año 1188, cuando su padre decidiese dividir la herencia entre él y su hermano Juan sin tierra. En este momento para asestarle un duro golpe a su padre se alió con el rey de Francia Felipe II Augusto.
En el año 1189 finalmente sería coronado Rey de Inglaterra al morir su padre, aunque, cabe destacar que pasó más tiempo fuera de su país combatiendo que ejerciendo in situ el flamante cargo.
La gran obsesión que desvelaba a Ricardo era la cruzada de la cristiandad contra Saladino, quien acababa de tomar Jerusalén. Y así es que siguiendo el plan del Papa Inocencio II, Ricardo I se unió a Federico Barba Roja de Alemania y a Felipe Augusto de Francia para recuperar Jerusalén. A partir de ese momento, Ricardo, se desentendería de la monarquía inglesa que presidía, acción que más tarde pagaría con un complot en su contra.
La empresa no sería para nada fácil, ya que los egos de los asociados prevalecerían y harían difícil la convivencia que finalmente no lograría el propósito de recuperar Jerusalén sino tan solo una tregua con Saladino.
Cuando Ricardo regresaba a Inglaterra, su embarcación naufragó y cayó prisionero de uno de sus ex aliados, Leopoldo de Austria, quien lo mantuvo cautivo largo tiempo hasta que llegó una cuantiosa suma que pagó por su libertad.
En el año 1194 regresa triunfalmente a Inglaterra aunque las intrigas incesantes de su hermano Juan sin tierra lo habían dejado sin trono, de todas maneras, su presencia fue suficiente para recuperar su derecho y nuevamente fue coronado como Rey.
Sin embargo, ese espíritu luchador e incansable hizo que una vez re coronado saliese en campaña nuevamente para recuperar las tierras inglesas que Felipe II le había arrebatado en su ausencia. En una de esas tantas batallas que protagonizó contra el rey de Francia recibiría una herida de flecha que a los pocos días terminaría con su vida. Su deceso se produjo el 4 de marzo del año 1193 a los 42 años de edad.
Y a partir de ese momento, su historia plagada de aventuras y luchas heroicas, lo convirtió en la figura más representativa del ideal de caballero valiente. No fue un monarca presente pero su ausencia se debió justamente a estar siempre al pie del cañón defendiendo los intereses de su patria y por eso sus con ciudadanos lo amaron.