La vida sería muy monótona y muy aburrida si cada día hiciésemos exactamente lo mismo, es decir, si afrontamos la jornada con la seguridad que produce tener el control absoluto de todos los detalles. Las personas tenemos una enorme fuerza de voluntad pero para poder entrenar esta fuerza de voluntad, entonces, tenemos que marcarnos nuevos objetivos. Retos que se convierten en metas que son un estímulo y que nos ayudan a crecer y avanzar en el camino de la vida con la satisfacción de ser cada día un poco más sabios y más competentes. Un reto es un objetivo que supone un desafío a nivel personal para quien quiere demostrarse a sí mismo que puede luchar por cumplir esa meta. El reto es la meta a la que se llega a través de un plan de acción marcado previamente.
Existen retos muy diferentes que tienen distinto orden de dificultad. Cuanto más difícil de alcanzar es un reto, mayor es el esfuerzo que tiene que realizar la persona en conseguirlo. Existen dos momentos del año que son fantásticos para establecer nuevos retos. Por ejemplo, en el mes de enero porque el comienzo del año implica dejar atrás todo lo negativo mientras que la apertura que produce iniciar un nuevo año en el calendario suma dosis de ilusión. Otro momento para iniciar nuevos retos es el mes de septiembre, momento en el que los adultos inician su vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano.
Los retos son motivadores y nos ayudan a salir de la rutina. A nivel profesional, es fundamental que cualquier persona se plantee nuevos retos para evitar el síndrome del trabajador quemado que surge cuando una persona se siente estancada en la rutina más aburrida. Un reto es crecimiento personal.
También existen retos de salud. Por ejemplo, una persona que sufre sobrepeso puede ponerse el reto de hacer dieta con el apoyo de un nutricionista. Conviene tener presente que en la consecución de un reto existen dificultades en el camino. Las personas que de verdad triunfan y cumplen sus retos son aquellas que tienen la capacidad de insistir y perseverar más allá de los errores. Siempre existe un plan B. Por tanto, tienes que creer en tus sueños para poder apostar por ellos y luchar de verdad por tu felicidad. Conseguir un reto produce satisfacción personal, ilusión y felicidad. Te animo a elaborar una lista con tres objetivos importantes que quieres cumplir en los próximos tres meses.