Se denomina respeto a una actitud de valoración que se mantiene hacia una cosa o persona. Así, es posible hablar del respeto a las instituciones, a la memoria, a la familia, etc. El respeto guarda estrecha vinculación con una actitud de reconocimiento hacia lo que ese algo o persona representan. El respeto es una cualidad en una persona cunado esta hace una justa valoración de los demás, aunque en ocasiones es posible caer en una actitud de excesiva ponderación que carece de realismo.
Es importante señalar que en ocasiones se confunde este valor con el del miedo. En efecto, existe un dicho que establece que hay dos formas de respeto, la admiración y el miedo. No obstante, el respeto debe tomarse como un reconocimiento al valor que una persona o cosa tiene independientemente de que se caiga en cualquiera de las actitudes mencionadas. Es no obstante una consideración que se encuentra muy difundida y que guarda relación con muchas demandas erróneas con respecto al prójimo.
En la biblia, en particular en el Antiguo testamento se hacía referencia al “temor de Dios” como una forma de aludir a una conducta respetuosa hacia la divinidad. No obstante, el término se comprende en el Nuevo Testamento en función de la extrema dependencia del hombre con respecto Dios, una dependencia que hace que todo el valor dependa de este vínculo con dios.
En la actualidad, suele hacerse continuamente una llamada de atención a los más jóvenes con respecto al respeto que deben a sus mayores. La demanda es correcta si además se considera que este respeto debe darse también a los más jóvenes y hasta pequeños, en la medida en que ostentan un valor igualmente válido con respecto a los mayores.
El respeto se manifiesta en los gestos antes que en las palabras. En efecto, guardar respeto es una actitud que se refleja en la manera en que una persona se comporta hacia los demás. Esta debe siempre considerar a los congéneres como iguales que tienen las mismas necesidades que nosotros, como asimismo talentos únicos y específicos. Este tipo de actitud dista de ser una idealización de los demás, sino que es intentar en el correcto lugar que les corresponde como personas. En la actualidad, muchos de los problemas existentes en la humanidad serían mucho más fáciles de resolver si se pudieran tomar estas consideraciones en un grado de importancia mayor. Es sin lugar a dudas una de las tareas pendientes.