La palabra récord es un anglicismo y se utiliza principalmente en el ámbito del deporte. En nuestro idioma se podría utilizar el término plusmarca, pero está en desuso.
El deporte es un fenómeno social y tiene una característica singular en cualquiera de sus manifestaciones: tiene un carácter competitivo. Normalmente dos o más deportistas compiten en una modalidad: fútbol, ciclismo, atletismo, boxeo, halterofilia, etc. Cada deporte tiene sus reglas, pero en cualquiera de ellos es posible establecer un ránking que concrete los mejores resultados. En este contexto, el récord es el mejor resultado dentro de una actividad deportiva.
Uno de los deportes donde se emplea más la idea de récord es en atletismo, ya que sus tres variantes ( saltos, lanzamientos y carreras ) se pueden medir de una forma exacta: en centímetros los saltos y los lanzamientos y en minutos, segundos y décimas todas las carreras que se realizan.
De todas formas, el concepto de récord se puede utilizar en cualquier deporte. En fútbol se realizan ránkings que concretan récords de todo tipo: jugador más goleador de la historia, equipo con más torneos o portero con menos goles encajados. En ciclismo hay plusmarcas de velocidad o de carreras ganadas. En halterofilia se trata de levantar el máximo peso posible dentro de una categoría determinada por el peso del deportista y, lógicamente, se intenta batir el récord vigente. En todos los deportes existe una gran variedad de datos que comunican un registro que representa el máximo nivel alcanzado y que sirve como referencia para el resto de deportistas, quienes van a intentar mejorar dicha marca o registro.
La idea de récord puede entenderse de muchas formas: mundial, olímpico, nacional, provincial, dentro de una categoría o dentro de un año concreto.
Para que la mejor marca sea reconocida como válida es necesario que sea homologada, es decir, que respete las condiciones que establece cada federación deportiva. En atletismo, para homologar un récord de velocidad es necesario que el viento no supere la velocidad de 2 metros por segundo. Este tipo de reglas es fundamental, ya que si no se respetan rigurosamente no se podría llevar un control exacto de las marcas que se realizan.
Cuando se analiza el significado de un récord concreto ( por ejemplo el de Usain Bolt en 100 m, 9,58 sg ) parece imposible que se vuelva a batir en un futuro. Y al final, el tiempo pasa y la plusmarca que parecía inalcanzable es superada por otro atleta.