Biografía de Ray Kroc

Nació en la ciudad de Oak Park, en el estado de Illinois, en el seno de una familia de ascendencia checa. Su padre hizo una considerable fortuna con los bienes raíces, sin embargo, la crisis de 1929 terminó comiéndose sus ganancias.

Desde temprana edad demostró su capacidad emprendedora.

Cursaba la primaria aún y creó un negocio callejero de venta de limonada en su barrio, y más tarde, trabajó en el almacén de bebidas de un tío.

Se alistó como conductor de ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, donde coincidió con Walt Disney.

Dejó los estudios y comenzó a trabajar en una fábrica de vasos de cartón, en la cual se convirtió rápidamente en el mejor vendedor gracias a su espíritu competitivo y ambicioso.

Por las tardes, trabajó como pianista de la estación de radio WGES.

Se casó con su primera esposa, de la cual se divorció en 1961.

Compró los derechos de la máquina batidora Multimixer, que era capaz de hacer 5 malteadas al mismo tiempo.

En diez años se erigió en el principal comercializador de la marca ante restaurantes de todo el país.

Conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald tras venderles 8 batidoras para su restaurante en San Bernardino, estado de California.

Era un momento bastante flojo del negocio de venta de las batidoras y el hecho que un pequeño restaurante le comprase 8 máquinas lo sorprendió y decidió ir en persona a ver quiénes estaban detrás de la curiosa compra.

El restaurante de los McDonald necesitaba producir al mismo tiempo 40 malteadas.

Quedó atraído por el particular negocio que montaron: vendían con una producción continuada: hamburguesas y papas fritas como único plato, refrescos y malteadas.

La compra se hacía por una ventanilla, en la cual el cliente emitía su pedido, lo pagaba y lo recibía, sin mediar esperas, mozos, platos, cubiertos, asientos ni nada.

Les ofreció desarrollar y ampliar el negocio a través de franquicias; los hermanos no estaban muy convencidos porque tenían otros locales que no funcionaban bien, sin embargo, aceptaron y suscribieron un contrato con él que terminó montando su propio local en Illinois.

Por otro lado, vendió la franquicia y se ocupó muy especialmente que todos respetasen la metodología de trabajo y organización porque consideraba que era la clave del éxito.

Con dicha misión concibió un modelo de entrenamiento que se extendió y sigue vigente hasta el día de hoy.

Visionario en los negocios como pocos, calculó la ganancia que podía dejarle montar varios establecimientos en todo el país. Al comienzo se encontró con la negativa de los hermanos y entonces él se ofreció a gestionarlo. Le otorgaron los derechos para vender su método de producción en exclusiva.

Abrió su primer restaurante basado en el modelo de los McDonald, en un suburbio de Chicago, y lo utilizó como demo para promocionar y vender la franquicia en todo Estados Unidos.

Por cada franquicia que vendía, él, se quedaba con el 1.9 % del total de las ventas, mientras que a los McDonald les daba la mitad.

Durante el primer año vendió casi 20 franquicias, sin embargo, las ganancias no se acercaban a lo que él tenía proyectado inicialmente.

El formato que les ofreció no era redituable para él, entonces, se asoció a un probado maestro de finanzas que le enseñó a ganar dinero a través de la compra y venta de terrenos en los cuales se construirían los locales de comida rápida.

Esta vuelta de tuerca le permitió ganar una renta mensual por el uso del terreno, o en su defecto, obtener un porcentaje de las ganancias. De esta manera se aseguró los beneficios.

Su siguiente proyecto fue la apertura de mil franquicias en el país, sin embargo, se topó con la resistencia de los hermanos, que cuestionaban algunos aspectos del negocio.

Tomó el control absoluto de la empresa. Acordó la compra de derechos y la marca a los hermanos McDonald por el pago de 2.7 millones de dólares.

En un comienzo el trato incluyó el manejo del restaurante originario de San Bernardino, sin embargo, los McDonald, no accedieron a cederlo.

Atacado por la ira, abrió un local enfrente y los obligó a cambiarle el nombre al local por The Big M, ya que él se había quedado con la marca McDonald’s. El restaurante de los McDonald cerró a los pocos años.

Volvió a casarse y se divorció tras cumplir cinco años de matrimonio.

Se casó por tercera vez con Joan Kroc, con quien estuvo unido hasta su muerte.

Se retiró de la gestión de la empresa y compró un equipo de béisbol que terminó siendo un rotundo fracaso como negocio.

Falleció a causa de una afección cardíaca. Tenía 81 años. Los últimos años de vida estuvo luchando contra su adicción al alcohol.

Se estrenó la película El Fundador, protagonizada por el actor Michael Keaton, que abordó detalles del surgimiento y expansión de su imperio gastronómico.