Ya sea consciente o inconscientemente, cada uno de nosotros tenemos una actitud ante la vida. Hay personas vitalistas. Otras se encierran en sí mismas. Los hay que están permanentemente insatisfechos. Las posibilidades son diversas y de algún modo indican que cada individuo tiene un impulso dominante que rige su existencia.
La proactividad es una de las actitudes posibles y quien la manifiesta es una persona proactiva. Consiste en tomar las riendas de la vida y adoptar una postura decidida ante ella. Ser proactivo significa que se asume la realidad tal cual es y a partir de ella se actúa en consecuencia. Esto no quiere decir que el proactivo acepte las cosas como son, ya que puede ser todo lo contrario. El proactivo decide actuar por sí mismo a partir de unos hechos y una posibilidad es cambiar la realidad. Es un individuo que es responsable de sus decisiones, totalmente consciente de ellas, no pone excusas de ningún tipo, ni da la culpa de lo que le sucede a la sociedad. Es una persona que reacciona ante la adversidad y no permanece indiferente.
Esta actitud de algunos individuos ha sido descrita y estudiada por los psicólogos y los estudiosos de la conducta humana. Se considera que la proactividad es un planteamiento positivo como enfoque para encauzar la vida.
El concepto de proactivo se opone al de reactivo. Son dos fuerzas contrarias. Pensemos en dos planteamientos futbolísticos. Uno deja la iniciativa al equipo contrario y actúa dependiendo de lo que hacen los jugadores rivales. Este planteamiento es reactivo, porque la iniciativa se delega en la otra parte. Otro equipo decide tener una estrategia diferente, proactiva. Su manera de jugar no depende del rival, prefieren tener el balón lo máximo posible y el estilo lo marca el propio equipo, siendo la táctica del rival algo secundario. Lo reactivo y lo proactivo son complementarios en algunos casos. Por ejemplo, un equipo toma la iniciativa en el juego tras comprobar la actitud del rival, es decir, pasa a ser proactivo como reacción del oponente.
Este ejemplo del planteamiento futbolístico es aplicable a las personas, a una empresa o a un colectivo. Desde el planteamiento de la proactividad, lo relevante es la convicción interna que sirve como principio para actuar. Las personas o entidades proactivas lo son porque unas convicciones o valores les impulsan a ir en una dirección.