El presentismo es la estadística que se lleva para dar cuenta de la presencia de una persona en un determinado establecimiento. Su uso se encuentra especialmente ligado al ámbito escolar y laboral. El presentismo puede tener consecuencias benévolas como perjudiciales según se lleve a cabo en determinados márgenes. La ausencia a estos espacios debe ser justificada en muchas ocasiones con certificados médicos o de otra índole para dar cuenta de que la falta se debió a una razón concreta. El presentismo suele ser reflejo de la responsabilidad que una persona tiene con respecto a sus obligaciones y es desde esta perspectiva hay que comprenderlo.
Son muchas las ocasiones en las que preferimos dejar de lado nuestras obligaciones. No obstante, es de suponer que este tipo de conducta sea registrada con la finalidad de imponer algún tipo de sanción si se torna excesiva. Por ejemplo, en un puesto laboral, la ausencia física del empleado suele representar para la empresa pérdida en términos económicos, circunstancia que hace esperable que tome medidas en el asunto si dichas actitudes son una constante. No obstante, también es cierto que existen determinados momentos en los que se hace imposible concurrir. En este sentido, las organizaciones de índole productiva deberían tener consideraciones con respecto a circunstancias excepcionales, situación no siempre visible.
En el contexto de las instituciones educativas, el presentismo juega un rol parecido. Si bien es cierto que cada país tiene sus marco regulatorio específico, también lo es que existen diversas sanciones contra un mal presentismo. Suele existir en muchos establecimientos un número límite por debajo del cual el alumno debería de recursar el año. El presentismo suele ser seguido por cada profesor que la clase tenga, como también por el trabajo de auxiliares que anotarán las diversas faltas habidas por cada alumno. El presentismo es en este contexto un fuerte indicio de interés escolar.
El presentismo define en buena medida como un individuo toma su ámbito de desarrollo cotidiano. Un ausentismo exagerado sin lugar a dudas debería hacer reflexionar acerca de las decisiones que una persona toma, de sus proyectos y objetivos. Este tipo de circunstancia se enmarca en la motivación con la que se hacen las cosas: si las mismas se realizan para cumplir con alguien o una expectativa social, se tenderá a tomar un tipo de actitud distinta a si se toman decisiones por convencimiento. El presentismo que una persona tiene en el trabajo o en el estudio sin lugar a dudas sirve como reflejo de estas circunstancias.