Conocido como uno de los deportes más elitistas y exclusivos que se practican en diferentes partes del planeta, el polo es un fenómeno en sí mismo que muchas veces se confunde o combina en iguales proporciones con negocios, inversiones y apuestas de todo tipo.
¿De qué hablamos cuando hablamos de polo?
El polo es un deporte que se practica en grandes canchas de césped. Su elemento principal son los caballos, a los que inteligentes y sagaces jinetes dirigen para perseguir una pelota. Con ella se anotan puntos en contra de un equipo contrincante.
Los equipos se arman con cuatro miembros, cada uno con un caballo que por lo general es de propiedad del jinete y esta es una de las principales razones por las cuales se convierte en un deporte altamente elitista. Para manejar la pelota desde arriba del caballo, los jinetes se ayudan con un taco que les permite pegarle a la pelota que siempre se encuentra en el campo.
El polo como deporte exclusivo de una minoría
Si bien en los últimos tiempos el polo ha intentado acercarse más a la población en todas partes del mundo, la realidad es que sigue siendo un deporte muy particular, con jugadores, seguidores e incluso inversores pertenecientes a las clases más poderosas de la sociedad. Muchos de los participantes en este juego pertenecen a familias muy encumbradas que mantienen la tradición contra viento y marea.
También, podemos señalar que nunca se ha buscado que el polo se convierta en un deporte masivo y popular como lo es el fútbol ya que una parte importante de su identidad tiene que ver con su exclusividad y su llegada a un pequeño sector de la sociedad.
El polo entendido como negocio
Tal como se señaló antes, el polo además de ser un deporte y un espectáculo es en sí mismo un negocio. ¿Por qué decimos esto? Porque desde hace mucho tiempo e incluso hoy todavía la posesión de caballos y caballerizas es sin duda alguna una inversión interesante y que siempre da réditos económicos.
Por lo general, quien tiene caballos tiene tierras y por lo tanto eso moviliza un importante caudal de capital. Recordemos que estamos hablando aquí de caballos en gran parte de pura sangre o primera línea que incluso reciben mejores tratos que los deportistas.
Es común ver inversores y sponsors que colocan cuantiosas sumas de dinero en esta actividad por los beneficios que genera y las ganancias que están casi aseguradas.
Imagen: Fotolia. DreanA