Originalmente, la piratería era un robo que se llevaba a cabo contra alguien bajo condiciones de violencia. La misma tenía lugar en el mar e implicaba el ataque de una embarcación hacia otra. Así, los piratas asaltaban navegaciones que cruzaban el mar y que contenían bienes de un valor considerable. Existió en todo tiempo y lugar pero la cultura popular la asocia al Caribe, circunstancia que tiene su justificación histórica. En la actualidad, no obstante, el término remite a la violación de los derechos de autor que se efectúa sobre una obra determinada; por ejemplo, la distribución de películas, programas o libros es considerada una forma de piratería moderna.
La piratería fue exaltada en numerosas obras de ficción, ya sean literarias o en el cine. Son harto famosas las novelas de Emilio Salgari con su Sandokan, o las producciones de Hollywood que nos muestran aventuras asociadas a esta práctica. Lo cierto es que la piratería tenía poco de romántico, aunque los riesgos asociados a su práctica son innegables. Como se ha sugerido, ha existido desde que el hombre pudo dominar la navegación y se centraba en el merodeo de rutas comerciales a efectos de saquear embarcaciones cargadas con ricas mercancías. Todos los mares con circulación comercial tuvieron en el pasado la actividad pirata, desde el océano Índico, pasando por el Mediterráneo hasta el mar Caribe.
Dado las pérdidas que este tipo de práctica tenía desde el punto de vista económico y humano, era común que las autoridades s tuvieran algunos resguardos al respecto. La solución al problema de los piratas fue la navegación en grupo de naves comerciales escoltadas por naves militares. En el caso de que existiese algún tipo de acercamiento indeseado, la supremacía bélica solía estar del lado del convoy. Esta situación, lejos de ser circunstancial, fue durante mucho tiempo la regla. Así, los reyes españoles impusieron como regla que las naves mercantes viajen escoltadas entre España y sus colonias.
En la actualidad, como se ha sugerido, el término piratería se asocia principalmente a la violación de los derechos de autor. Existe una gran campaña para lidiar con esta problemática por parte de los grandes jugadores de cada mercado afectado, aunque con resultados muy pobres. En efecto, la misma tecnología que muchos de estos jugadores desarrollaron se volvió contra ellos de modo inexorable. Es por ello que se demandan nuevas formas de lidiar con este tema, en la medida en que la represión se ha mostrado como una propuesta estéril, máxime si consideramos lo extendido de esta práctica.