Philip Seymour Hoffman fue un destacadísimo actor estadounidense que en las últimas semanas de 2014 ocupó los titulares de la prensa del mundo a raíz de su abrupta muerte a causa de sobredosis de drogas.
Hoffman estuvo activo en la profesión desde comienzos de la década del noventa, sin embargo, en la última década el nombre de Hoffman se haría recontra popular como consecuencia de su participación en diversos filmes que atraparon la taquilla y gozaron de la total venia de la crítica.
Entre los talentos interpretativos de Hoffman, sin dudas, sobresale su versatilidad a la hora de pasar del drama a la comedia y una capacidad increíble en materia de caracterización que se hizo carne en la cinta que lo catapultó a la fama: Capote.
Philip Seymour Hoffman nació un 23 de Julio del año 1967 en la villa de Fairport, en Nueva York.
Su familia está compuesta por dos hermanas y un hermano varón y sus padres, su madre abogada y jueza y su padre ejecutivo de una compañía.
La familia Hoffman se disolvería a los nueve años de Philip cuando sus padres deciden divorciarse.
Su interés por la actuación se evidencia a temprana edad, en la escuela secundaria, donde comenzaría a despuntar el vicio de la actuación.
Estudió interpretación y se mantuvo siempre muy activo por aquellos tiempos en materia de creación de espacios para actuar.
Su debut se produce en la tevé, en el año 1991, en la popular serie Law & Order.
Al año siguiente debuta en el cine en la notable cinta protagonizada por Al pacino, Perfume de Mujer.
A partir de ese momento si bien no protagonizaría en cine aún, sí realizaría participaciones en diversas cintas que lo harían reconocido en el medio: Boogie Nights, Magnolia, El gran lebowski, El talentoso Señor Ripley, Cold Mountain. Misión Imposible, Mi novía Polly, entre otras.
En 2005 le llega su gran momento de reconocimiento al estelarizar la cinta Capote, que justamente versa sobre la vida de uno de los autores más prolíficos y polémicos de su patria: Truman Capote.
Su impresionante caracterización le valió un Premio Oscar.
En lo que respecta a su vida personal, Hoffman, padecía desde hace largos años una fuerte dependencia al alcohol y las drogas que nada pudo detener ni aminorar y que lo terminarían por llevar a la muerte el 2 de febrero de 2014 tras una sobredosis provocada por la mezcla de cocaína y de heroína.
Tuvo tres hijos, un varón: Cooper y dos niñas, Tallulah y Willa, frutos de su relación con la diseñadora Mimi O’Donnell, de la cual se encontraba separado al momento de su muerte.