La oposición es el acto de generar resistencia a algo o alguien. El término puede utilizarse en infinidad de contextos, en particular a lo que refiere a distintos elementos o aspectos que se mantienen en tensión. Desde el punto de vista subjetivo, oponerse algo implica mantener una actitud confrontativa. En el caso de la política remite a los partidos políticos que se mantienen al margen de una posición de gobierno, partidos que suelen tener una función de auditoría del partido hegemónico; la oposición, en este sentido consiste en mantener una confrontación racional con las políticas oficiales, confrontación en aquello que debe ser revisado. También es posible utilizar el término oposición en determinados países de habla hispana cuando se remite al proceso de incorporarse a un organismo determinado; en efecto, existen diversos aspirantes al mismo que deben “oponerse” entre sí en lo que respecta a méritos y cualidades laborales.
En el caso de la política, el rol de la oposición es de gran importancia puesto que significa un control al partido que se encuentra gobernando al país. En efecto, cuando esta está ausente existe el peligro de la aparición de excesos o actos de corrupción que afecten los intereses de la nación en cuestión. La oposición, buscará en todo momento evidenciar casos de estas características y así todo el sistema político se verá beneficiado.
No obstante, es importante hacer notar que la oposición concebida desde un punto de vista político también debe ser racional. Esto implica que las críticas se hagan con criterio y siempre garantizando la gobernabilidad. En efecto, una crisis política puede ser enormemente perjudicial si se desboca en situaciones complejas. Así, cabe a la oposición ante todo un rol de responsabilidad, en donde la crítica sea constructiva.
Por su parte, la oposición entendida como forma de ingresar a algún tipo de organismo debe entenderse como un examen. En el mismo se tratan de considerar los conocimientos necesarios para desempeñarse correctamente en el cargo. Así, se entiende que los interesados compiten entre sí, “oponiéndose”, mostrando para ello sus cualidades; el mejor cualificado será el individuo aceptado.
Cualquiera sea el caso, en cualquier contexto de utilización, lo cierto es que el concepto de oposición remite al hecho de tener un tipo de actitud que se confronta con un orden de cosas o con alguien en particular. Así, el término puede utilizarse en variados contextos, pero cuando se refiere al ámbito de la experiencia humana es sinónimo de elementos contradictorios.