Se denomina oferta a un ofrecimiento que se hace, generalmente buscando otra cosa a cambio. Desde el punto de vista económico, la oferta es uno de los elementos que interviene n la formación de los precios de los bienes y servicios, conjuntamente con la demanda. En casos puntuales, se hace también uso del término en locales comerciales para referir a una posible transacción que se presenta como favorable. En cualquier caso, la oferta es un ofrecimiento que se hace de bienes y servicios en el contexto de una economía de mercado, ofrecimiento que interactuará con la demanda, esto es con el requerimiento que se haga de bienes o servicios específicos en el mismo contexto.
La oferta estará dispuesta a ofrecer una mayor cantidad de bienes y servicios cuando el precio de éstos sea mayor; por el contrario, la demanda tendrá un comportamiento inverso. Esta ley de la economía tiene excepciones en algunos bienes particulares que se caracterizan por ser más demandados cuando su precio es mayor: son los denominados bienes de Veblen, bienes que denotan exclusividad cuando más caros son; por ese motivo el consumidor estará gustoso de pagar por éste cuando más caro es. Es obvio que en una circunstancia de este tipo la oferta verá un incentivo en producir este tipo de bienes.
Existe en el campo de la economía una discusión en lo que respecta a la importancia relativa entre la oferta y la demanda. En efecto es bueno cuestionarse cual precede a cual. Desde la perspectiva keynesiana, solo se produce aquello que se requiere por parte del mercado, esto es, solo habrá oferta si existe una demanda específica para un bien determinado. Dado este diagnóstico, es entendible que la propuesta keynesiana para situaciones de crisis sea el aumento de la denominada demanda agregada (demanda total de una nación) con la finalidad de así estimular a la oferta. Este tipo de política macroeconómica tiene cierto grado de utilidad cuando existe una alta capacidad ociosa en una sociedad, esto es, cuando se pueden producir muchos más bienes que los que se producen en la actualidad.
No obstante, en una situación donde se ha alcanzado un pleno empleo de los factores productivos, aumentar la demanda solo llevaría a un proceso inflacionario. Es por ello que en este tipo de circunstancia se debe aumentar la oferta, esto es, generar condiciones para que las empresas inviertan sus ganancias a efectos de tener una mayor capacidad productiva.