Biografía de Nayib Bukele

Nació en la ciudad de Salvador, en el seno de una familia económicamente acomodada. Su padre fue un importante empresario del rubro químico e industrial y referente de la comunidad árabe palestina. Además de estos roles, fue un destacado intelectual, periodista y científico.

Empezó a estudiar la carrera de Derecho, en la Universidad Centroamericana de San Salvador, sin embargo, la abandonó para trabajar en las empresas de su padre.

Comenzó su carrera política en el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), sin embargo, fue echado del mismo por haber tratado de bruja a una concejal del partido, en el año 2017.

Fue alcalde de Nuevo Cuscatlán, un pequeño municipio perteneciente al departamento La Libertad. Impulsó un programa de becas para jóvenes y concretó proyectos prometidos, pero jamás realizados, en el plano de la salud, la seguridad e infraestructura. A partir de este momento y gracias al apoyo que recibió comenzó a difundir la idea que si la política no roba se pueden concretar rápido y efectivamente obras que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.

Se casó con Gabriela Rodríguez, docente, bailarina y psicóloga prenatal. Tuvieron una hija. Ella fundó y dirige el primer centro de enseñanza prenatal de su país. Es una referente de la educación inicial, integral y especializada. Por su parte, en el ámbito cultural se le debe la creación de la Secretaría de la cultura de la capital y del Ballet de San Salvador.

Asumió como alcalde de San Salvador, cargo que ocupó hasta 2018, la capital y la ciudad más relevante del país. Su admirada performance en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán fue la mejor campaña para acceder a dicho municipio. Impulsó el desarrollo urbano, siendo la recuperación del Centro Histórico su obra más aclamada. Construyó casas, canchas, rutas, añadió más iluminación a las calles, creó espacios recreativos, educativos y culturales. Saneó la ciudad.

Nuevas Ideas fue el partido que lo llevó a la presidencia. Se originó como un movimiento impulsado conjuntamente con los ciudadanos que apoyaban su ideario. Primero tuvo que realizar una masiva adhesión de firmas en todo el país, porque la ley demandaba unas 50 mil para avalarlo como nuevo espacio. Consiguieron 200 mil, sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral puso escollos en el camino que siguieron impidiendo la posibilidad de presentar su candidatura.

No claudicaron. Anunció una alianza con la agrupación Cambio Democrático (CD), pero otra vez aparecieron los obstáculos. Ahora cuestionaban y le impedían presentarse a través de CD.

Surgió otra alternativa: sumarse al partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA). Disputó y ganó la interna.

Fue electo presidente de El Salvador con casi un millón y medio de votos que significó más de un 53 %.

Desde el día uno rompió con el statu quo vigente. Logró el hito de convertirse en el presidente más joven de la historia de Salvador.

Entre sus primeras medidas políticas se cuentan: despido de familiares de quienes integraron el mando del FMLN y que habían sido contratados de manera ilegal y con sueldos millonarios.

Avanzó fuerte contra la inseguridad reinante y la delincuencia perpetrada por organizaciones criminales terroristas y narcotraficantes.

Lanzó el Plan Control Territorial que se propuso la reducción drástica de la inseguridad; lo logró rápidamente, en sus dos primeras etapas.

Por otro lado, introdujo el Plan Nacional de Salud que procuró entregar medicamentos a todos los hospitales.

Restableció las relaciones comerciales y diplomáticas con Estados Unidos y México que le permitieron recuperar inversiones, especialmente para el desarrollo de la llamada Surf City, que es uno de los recursos turísticos más importantes con los que cuenta el país.

También embistió contra la corrupción imperante y eliminó las partidas de dinero discrecionales.

Es un gran cultor de las redes sociales como herramienta de difusión política. Utiliza la red social X, no solamente para anunciar sus medidas de gobierno sino también para despotricar y contestarle a quienes lo critican.

La toma del poder la realizó inéditamente junto a sus votantes en la plaza Gerardo Barrios, un punto neurálgico de la ciudad.

Ostenta el récord de ser el presidente más joven de la historia, asumió con 37 años.

El gran respaldo popular lo logró cuando instruyó a la policía y enfrentó sin clemencia la inseguridad que padecían los salvadoreños como consecuencia del accionar delictivo y violento ejecutado por las pandillas de las maras.

Ahora bien, dicho apoyo “convive” con una fuerte resistencia local e internacional que cuestiona sus formas dialécticas impiadosas para referirse a opositores o cualquiera que lo confronte. Ha hecho de la frase “Devuelvan lo robado” una bandera de su campaña política y luego de su gestión.

Se le reconoció haber desarrollado una efectiva estrategia para enfrentar la pandemia de Covid-19. Se instalaron cámaras en los aeropuertos, se produjeron campañas informativas y se proveyó de capacitaciones especiales al personal de salud, entre otras medidas eficaces.

Fue incluido en la lista 100, publicada por la revista Time, que reúne a las personalidades más influyentes y destacadas del mundo.

Fue muy cuestionada su decisión de eliminar algunas garantías constitucionales, como la de presunción de inocencia, en el marco de la mencionada lucha contra la delincuencia. La acción se impuso luego que la agrupación Mara Salva Trucha asesinó a más de 80 personas en un fin de semana.

Lideró el espacio político Nuevas Ideas.

Fue reelegido por cinco años más como presidente. Obtuvo un abrumador y contundente 84,65 % de votos, y 60 bancas adicionales en el Congreso, que le permitirán disponer de un gran dominio en el parlamento. Esto favorece el mantenimiento del estado de excepción que instaló y a través del cual pudo comenzar y continuar su “guerra” contra las pandillas.

En la primera sesión, y tras sellar una alianza con otros partidos, la Asamblea Legislativa, le atribuyó el control de la justicia. Los legisladores acordaron la destitución de los cinco miembros titulares y suplentes que conformaban la Corte Suprema de Justicia.

La decisión no eludió polémicas y recriminaciones por parte de opositores y de algunas voces políticas internacionales que lo acusaron de cercenar la independencia de poderes que propone cualquier república.