La música es el arte de crear belleza a través del sonido. Nuestra percepción auditiva resulta útil para avisarnos de los peligros y para comunicarnos con facilidad entre nosotros. Sin embargo, gracias a la audición podemos deleitarnos con una de las artes más universales, la música.
El ritmo es el componente esencial de la musicalidad de los sonidos. Y para conseguir este efecto el ser humano ha utilizado dos herramientas: la voz y los instrumentos.
Hay registros de la antigüedad en los que aparecen instrumentos rudimentarios destinados a crear efectos sonoros atractivos, los cuales se pueden combinar con el canto. La historia de la música debió empezar con la inspiración de los sonidos de la propia naturaleza y a lo largo de milenios ha llegado hasta nuestros días con las últimas versiones electrónicas. En medio, el listado de géneros y tendencias sería interminable: canto gregoriano, barroco, renacentismo, clasicismo, jazz, pop, rock o flamenco, así como todo tipo de fusiones de corrientes diversas.
La música obedece a la necesidad del espíritu humano de tener emociones placenteras. Su manifestación está presente en la fiesta, en el trabajo en el campo o en la intimidad. Al mismo tiempo, está asociada con otras expresiones artísticas: la danza, el cine, el teatro o la poesía.
La música es también un lenguaje, un medio de comunicar sentimientos y emociones. De hecho, hay estilos musicales alegres, melancólicos o estimulantes. Algo mágico se despierta en el ser humano cuando le llegan ciertos sonidos.
Eruditos y profanos, ricos y pobres, jóvenes y viejos, todos sin excepción pueden conectar con la música en alguna de sus manifestaciones. En este sentido, probablemente sea el arte más arraigado en el hombre.
Cada periodo histórico tiene sus propios movimientos musicales y corrientes. Incluso se podría hablar de la personalidad de cada expresión musical. Para entender una cultura y un contexto social hay que acercarse a su música, conocer sus canciones y todo aquello que lo envuelve. Porque la música es también un ingrediente de la vida y sería casi imposible concebirla sin el sonido de los instrumentos o las canciones.
La historia de cada individuo está vinculada a la música que ha escuchado a lo largo de su existencia. Todos los pueblos del planeta trasmiten sus sentimientos musicalmente. Se escuchan piezas o canciones en los centros comerciales, en el automóvil y en el mundo del espectáculo. En conclusión, el hombre dejaría de ser quien es si la armonía y la melodía musical desaparecieran.