El moroso aplica tanto para el individuo particular (físico) como la entidad jurídicamente constituida, en cuanto al retraso del pago correspondiente a un adeudo. En términos jurídicos se conoce aquél que no ha cumplido con su obligación de vencimiento.
La morosidad es un fenómeno que genera muchos efectos, que se inicia por una gran cantidad de causas; en primer lugar, a razón de liquidez, cuando se solicita un crédito se puede tener una solvencia estupenda, inclusive para poder pagar los intereses que se generan, pero pueden surgir momentos inesperados en los que el ingreso se ve afectado, momento en el que se complica cumplir con los respectivos pagos, causando una morosidad que afecta el historial crediticio.
Otras de las causas suelen ser de carácter emocional, económico y/o cultural. Cada deudor es tratado de manera diferente al momento de cobrar. En el caso de personas físicas que se atrasan en sus pagos sobresale mucho las cuestiones de salud y la ética, en este segundo caso se refiere a una baja moralidad, en una preferencia por el incumplimiento de las obligaciones.
En cuanto a la morosidad por parte de una empresa, se suelen considerar aspectos que involucran la disminución de ganancias por cuestiones de mercado u otras razones ajenas a esta, surgiendo la falta de pago a facturas o a financiamientos; por lo regular se da en un corto plazo en lo que se reestructura el problema. Ante estos imprevistos, los créditos suelen tener cláusulas que apoyan a no generar mayores intereses ante dichas situaciones externas, y en ese sentido, es buena idea aclarar estos puntos antes de ofrecer o demandar un préstamo financiero.
Consecuencias de la morosidad
Actuar de esta manera tiene efectos negativos, no solo para el moroso sino para el sistema crediticio:
– Al existir morosidad el adeudo aumenta por el surgimiento de multas, si la acción continúa se suelen emprender acciones legales, que suelen incluir una gran cantidad de gastos.
– Se afecta el historial crediticio, siendo imposible obtener otro posible crédito/préstamo. Esto suele tener graves problemas al futuro, de modo que, por ejemplo, cuando alguien quiere comprar un inmueble, auto o financiar un negocio, se ve truncada la transacción por una calificación negativa en su historial.
– Cuando se trata de contratar servicios, la morosidad incurre a eliminar el contrato y dicho servicio, por lo regular este tipo de adeudo es en rentas de inmuebles, energía para el hogar, internet y muchos otros factores que se pagan regularmente bajo una renta mensual.
– Ante la existencia de una demanda civil, se llegan a pagar enormes indemnizaciones por daños y prejuicios.
– Cuando la morosidad es por no pagar impuestos, el gobierno suele tener un grave problema de entrada de dinero, causando problemas para financiar obras o completar las políticas propuestas.
Dentro de las consecuencias a nivel macroeconómico suelen ser las afectaciones a la liquidez bancaria, cuando no se paga se inicia un proceso de bajos ingresos de estas instituciones financieras que generan los créditos y préstamos, ocasionando con esto una posible disminución en la productividad, que no solo llega a terminar en liquidez sino en despidos y aumento al desempleo, un caso que ejemplifica un escenario negativo a partir de una gran morosidad es la crisis subprime el 2008 en los Estados Unidos de Norteamérica, donde los bancos tuvieron complicaciones de solvencia porque una gran cantidad de personas no pagaron sus créditos hipotecarios.
También existe la morosidad nacional, esta surge al momento en el que el país no paga sus cuotas al FMI o Banco Mundial como parte de su deuda externa, existen herramientas diversas para que el estado obtenga ingresos y no incurra a estas acciones, desde la creación de bonos hasta el incremento tributario, sin embargo, una vez que no pueda pagar los rendimientos de estos bonos, se habla de un gran problema fluidez, siendo los primeros estragos de una crisis.
Índices de morosidad
Existen adeudos que representan enormes cifras monetarias, por lo que existen acciones de venta en el mercado de deuda. Los bancos venden su cartera de morosidad (Cartera vencida o NPLs) a otras instituciones con la finalidad de obtener beneficios y no perder. Gracias a la existencia de estos índices de activos se puede identificar la actividad de préstamos fallidos que tiene un país. Los índices de morosidad sirven para conocer la actividad financiera, ya que en estos se refleja la cantidad de préstamos y créditos que se han generado en un tiempo determinado.
Para conseguir dicho dato solo hace falta generar una fórmula simple:
IM = VPM / VPC
Dónde:
IM = Índice de Morosidad
VPM = Volumen de préstamos morosos
VPC = Volumen de préstamos concedidos