El modernismo es un movimiento estético que incluyó a distintas artes y que se caracterizó por la intención de dar cuenta del nuevo escenario social y económico, aquel que se esbozaba a principios del siglo XX. En sintonía con la pretensión de otras tendencias estéticas de la época, el modernismo se caracterizó en buena medida como un cuestionamiento del concepto tradicional de arte, buscándose en este sentido una nueva identidad para el mismo. Así, el modernismo fue en gran medida una inclinación estética experimental, puesto que en la búsqueda de variantes para dar cuenta una nueva realidad se abocaba a nuevas formas de expresión y de manifestación nunca antes utilizadas.
Para entender al modernismo y a otras concepciones estéticas de principios del siglo pasado, es necesario entender el contexto social imperante. Muchos de los valores tradicionales estaban siendo puestos en duda como consecuencias de un cambio frenético inspirado por los efectos de un capitalismo más vigoroso. Como consecuencia de dicho escenario, la faz de la tierra estaba siendo cambiada gracias al rol de la máquina, de los medios técnicos empleados con fines comerciales y sociales. Toda esta nueva realidad estaba totalmente escindida de los tópicos que tradicionalmente eran la materia que el arte trataba. Así, el modernismo y otras corrientes estéticas intentaron, con distinto grado de éxito, tomar esta nueva realidad y con sus nuevas características intentar hacerla materia de expresión artísticas; cuestiones como las máquinas, el nuevo trazado de calles, las edificaciones, todos fueron elementos capaces de integrar una obra artística.
Las artes más influidas por esta tendencia fueron la arquitectura, la pintura, la escultura y la literatura. En efecto, las mismas supieron reflejar en gran medida el nuevo escenario mundial, los nuevos paisajes y circunstancias. Este logro se llevó a cabo con nuevos recursos estéticos, cada cual pertinente a cada arte. Es difícil dar una habida cuenta de cada nueva forma utilizada, pero lo cierto es que existió un intento por reflejar con nuevos modos a una nueva realidad.
El modernismo, no obstante, distó de ser un arte de masas. Esto significa que no se industrializó, siguió en todo momento siendo una producción individual que reflejo en ocasiones la industrialización de la sociedad. Hoy en día puede decirse que todavía llegan sus ecos en algunas ornamentaciones; en este sentido, cabe mencionar que se supo inmiscuir en artes menores o en nuevas manifestaciones que veían su nacimiento a la sombra de una sociedad llena de nuevas necesidades.