- 08/05/1753
- 1778
- 1803
- 1809
- 09/1810
- 16/09/1810
- 24/09/1810
- 11/01/1811
- 30/07/1811
- 1824 – Post mortem
Nació en la hacienda San Diego de Corralejo, en el estado de Guanajuato. Su nombre completo fue Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo-Costilla y Gallaga Mandarte Villaseñor. Fue el segundo hijo del matrimonio conformado por Cristóbal y Ana María, ambos procedentes de Galicia. Tuvo dos hermanos.
Realizó sus estudios en el Colegio de San Nicolás, del cual también fue rector, en Valladolid (actual ciudad de Morelia). Dueño de una gran cultura dominó y habló varios idiomas además del español: francés, latín, italiano, purépecha, náhuatl y otomí.
Tuvo cinco hijos a quienes reconoció legalmente.
Se ordenó sacerdote.
Asumió la dirección de la parroquia de Dolores en Guanajuato. Asistió con gran dedicación a los fieles de la parroquia que eran en su mayoría indígenas. Les enseñó técnicas de cultivo de viñedos, cría de abejas y los impulsó en la creación de pequeñas industrias de ladrillos y loza. Destacó especialmente por su ideario de justicia social
Se sumó a la sociedad secreta que se reunió en Valladolid con la finalidad de elegir un gobierno provisional en nombre del rey Fernando VII que había sido depuesto y tomado prisionero por Napoleón; el objetivo final de la agrupación era proclamar la independencia. Cuando la conspiración fue descubierta por las autoridades virreinales mudaron las acciones insurgentes e independentistas a Querétaro y se alió a Ignacio Allende.
En Querétaro, la organización de los insurrectos estuvo a cargo del corregidor Miguel Domínguez, su esposa Josefa Ortiz y varios militares como el mencionado Allende y Juan Aldama, entre otros.
Llegó el virrey Francisco Xavier Venegas a la ciudad de Veracruz y se le advirtió respecto de la existencia de la conspiración. El día 11 del mes se llevó a cabo una operación en Querétaro cuyo objetivo fue la captura de los conspiradores. La corregidora Domínguez pudo avisarles a él y a Allende y escaparon.
Lanzó el grito de Dolores, levantando un estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, la patrona de México, en el épico evento popular que se denominó en la historia como Grito de Dolores y que está considerado como el comienzo del plan independentista. Avanzó pronunciando las siguientes consignas a viva voz: ¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!
Formó y organizó un ejército de más de cuarenta mil habitantes. Tomaron Guadalajara y Guanajuato. Fue designado como Capitán y teniente General y finalmente Generalísimo de las Américas.
Fue excomulgado a través de un edicto que firmó su examigo el canónigo Manuel Abad y Queipo.
Fue derrotado por las fuerzas realistas en las cercanías de Guadalajara. Escapó, sin embargo, lo capturaron y fue condenado a muerte.
Fue ejecutado por las autoridades españolas. Su cabeza, junto a la de su compañero Allende y otros insurgentes, fue exhibida en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato, como un trofeo y a modo de modelo para quienes osaren continuar con la revolución insurgente.
Fue asesinado sentado en un banco de un patio, con su mano colocada en el corazón, los ojos vendados y sosteniendo un crucifijo, en el que fuera el Colegio de los Jesuitas, en la ciudad de Chihuahua. No murió de inmediato a pesar de los disparos a quemarropa que recibió y fue ultimado en el corazón por sus verdugos.
Previamente, le sirvieron el desayuno; en lugar de agua solicitó leche. Ante la consulta de uno de los oficiales que lo custodiaba si deseaba algún último pedido, asintió, y le pidió que le diesen unos dulces que tenía en sus almohadas. Cuando se los trajeron los distribuyó entre los oficiales que tenían encomendada su ejecución. Les ofreció unas palabras cálidas y les dio su perdón.
Fue reconocido como padre de la patria y primer insurgente una vez establecida la República de México. El estado de Hidalgo se denominó así en su honor y la ciudad de Dolores se llamó Dolores Hidalgo, también como homenaje.
Su genio y figura han trascendido los siglos y es uno de los héroes de la independencia más venerados de su país. Su imagen fue inmortalizada en billetes, en monumentos y calles.