Biografía de Miguel de Cervantes

Nació en la ciudad de Alcalá de Henares, perteneciente a la comunidad de Madrid, en España. Su padre fue cirujano barbero, un oficio que por aquellos años generaba ingresos insuficientes y disponía escasa estima social.

Recibió la condena de amputación de su mano derecha, como castigo por herir a un hombre llamado Antonio de Segura.

Para sortear el castigo huyó a Italia.

Se instaló en Roma y trabajó al servicio del cardenal Giulio Acquaviva que le ofreció a cambio protección.

La expansión del Imperio Turco asestó un duro golpe a toda la Europa Cristiana y la respuesta fue la creación de la Liga Santa, una coalición militar liderada por el Papado.

Se alistó en la armada española y combatió en la Batalla de Lepanto, una de las contiendas navales más famosas y relevantes de la historia.

Mientras estaba en su puesto de ataque, en la popa de la embarcación, fue baleado con dos tiros en el pecho, y otro que impactó en su mano izquierda y la perdió.

Dicho evento le valió el apodo del manco de Lepanto.

El rey Felipe II lo recomendó para ser ascendido al grado de capitán del ejército.

Fue apresado en Argel cuando iba de regreso a su patria.

Fue capturado por corsarios cuando estaba a punto de zarpar la embarcación que lo llevaba de vuelta a su patria.

Lo llevaron a Argel, donde permaneció en cautiverio por cinco años, hasta 1580. Intentó escaparse en varias ocasiones sin lograrlo.

Su liberación se consiguió tras el pago de un rescate, que pagó el fraile Juan Gil, con monedas que reunió en sus recorridas por el país.

Este hecho lo marcó de por vida y no solamente lo convirtió en un férreo defensor de la libertad, sino que las vivencias de guerra estuvieron muy presentes en sus producciones literarias.

Regresó a Madrid y se reencontró con su familia muy venida a menos a causa de las deudas, y con el país atravesado por una severa crisis política.

Renunció a la carrera militar.

Nació su hija Isabel y se casó con Catalina de Salazar y Palacios.

Terminó de escribir la obra La Galatea, una novela pastoril. El éxito de dicha producción lo animó a escribir comedias.

Instado por su difícil situación económica comenzó a trabajar como comisario de abastos y recaudador de impuestos, sin embargo, terminó en la cárcel al descubrirse una serie de irregularidades en sus cuentas.

En esta época errante de su existencia, tanto en lo económico como en lo personal, habría comenzado a escribir su gran obra El Quijote.

Se instaló con toda su familia en la Corte, en Valladolid.

Se editó el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y rápidamente se convirtió en un éxito. De todas maneras, dicha popularidad no repercutió favorablemente en su economía dado que el editor lo estafó y se quedó con todas las ganancias obtenidas de la venta.

Cabe destacarse que, la obra Don Quijote, es una lectura obligada hasta la fecha, en los currículums escolares.

Por otro lado, fue la obra más editada y traducida de la historia, después de la Biblia.

Su principal singularidad ha sido la propuesta de desmitificar y burlar la tradición caballeresca, tan vigente por aquella época; su finalidad fue ridiculizar este tipo de propuesta.

Los libros de caballería eran cuentos que relataban historias de caballeros, magos, princesas y otros personajes fantásticos.

Creó la original figura de un hidalgo que enloqueció luego de leer miles de libros de caballería. Así, Alonso Quijano, decidió cambiar su nombre por el de Don Quijote y se vistió con una vieja armadura.

Lo acompañaron en la gesta, su escudero Sancho Panza y el caballo Rocinante. Y como en toda obra de caballería que se precie de tal, el protagonista se enamora… de Dulcinea, a quien la ensalzó al grado de princesa, su princesa.

El trastornado hidalgo se lanzó a una aventura inspirado en las historias de caballeros que había leído. Todo ello en el marco de una sátira sobre el género que caló tan honde en la sociedad medieval.

La obra está conformada por 126 capítulos, 52 corresponden a la primera parte y 74 a la segunda.

Otro rasgo saliente es haber sido la primera novela moderna y polifónica de la historia, es decir, el autor interpretó la realidad desde varios puntos de vista, no solamente desde el propio.

Así, consiguió que la misma historia sea compleja y aportó su creencia que toda novela moderna debe ser una combinación de géneros y la parodia de ellos.

Se asentó nuevamente en Madrid con su familia y comenzó a desarrollar su vasta producción literaria, que hasta incluyó producciones que había pospuesto.

En estos años publicó diversas obras con continuidad: Novelas ejemplares; Viaje del Parnaso; Ocho comedias y ocho entremeses nuevos; la segunda parte del Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha; y la póstuma Segismundo, historia septentrional.

Falleció en Madrid. Sus restos fueron inhumados en el Convento de las Trinitarias.

La fecha de su fallecimiento fue instaurada, a modo de homenaje como el Día del Libro.