Biografía de Matilde Hidalgo

Nació en la ciudad ecuatoriana de Loja, en el seno de un hogar influido por la política y las ideas liberales, que, sin dudas, determinaron su interés por ambas.

La importancia del aprendizaje y la cultura también fueron dos cuestiones muy presentes en el hogar de los Hidalgo, donde ella era la menor de seis hermanos.

La vida familiar se dio vuelta por completo cuando su padre falleció intempestivamente, y su madre, debió empezar a trabajar como costurera para mantenerlos.

No es exagerado afirmar que se trató de una niña prodigio, antes de cumplir los 4 años, leía, escribía, tocaba el piano y recitaba poemas.

Se recibió con honores de Bachiller, siendo la primera mujer en lograrlo en Ecuador. Siempre quiso estudiar y seguir haciéndolo después de cumplir con los estudios primarios, a pesar de las restricciones que existían para las mujeres en aquellos años.

El contexto histórico y social de aquellos tiempos preveía para la mujer una formación básica y general, que se obtenía en la escuela primaria, porque luego, la mujer debía casarse y tener hijos. Era impensable en ese momento otro proyecto para las mujeres.

Muy decidida a cumplir con sus objetivos y deseos personales de continuar estudiando, cuando terminó la escuela primaria, le pidió ayuda a uno de sus hermanos, Antonio, quien siempre fue un gran apoyo en su vida, e intervino ante el director de la escuela secundaria para que le permitiese seguir estudiando.

Aunque había logrado su meta, debió padecer los castigos de una sociedad que no estaba aún preparada para demandas sociales como esas. Sufrió el rechazo de sus vecinos y el alejamiento de muchas amigas, ya que sus madres les prohibían verla, por el temor que estas siguiesen sus pasos.

Inclusive, el sacerdote del pueblo le prohibió el ingreso a la iglesia para participar de la misa.

A la par de sus estudios comenzó a desarrollar su actividad literaria escribiendo poesías. Llegó a escribir una gran cantidad, que mucho tiempo después, fueron compiladas.

Se licenció en Medicina, luego de luchar férreamente para que le permitiesen estudiar la carrera. En la Universidad Central de Ecuador le negaron la matrícula, sin embargo, insistió, y cursó en la Universidad de Azuay, hoy Universidad de Cuenca.

La pasión por la medicina se le despertó en la escuela primaria de las Hermanas de la Caridad, donde ayudaba de manera voluntaria en el hospital que manejaban las religiosas.

Se doctoró en medicina, ahora sí en la Universidad Central de Ecuador, siendo la primera mujer ecuatoriana en hacerlo.

Comenzó a trabajar como médica, en el Hospital General, en Guayaquil, donde se instaló y ejerció como tal, hasta el año 1949.

Se casó con el abogado Fernando Procel, con quien tuvo dos hijos y fue un gran sostén y compañero de todas sus luchas.

Se convirtió en la primera mujer en votar en las elecciones presidenciales de su patria. Ahora bien, debió pelear duro por conquistar el derecho a ese primer voto, para ella y su género…

Le prohibieron inscribirse en el registro electoral del cantón Machala, argumentando que su condición de mujer se lo impedía.

No conforme con la decisión, apeló el fallo, alegando que la constitución ecuatoriana no especificaba que para ejercer el derecho al voto había que ser de tal o cual género, que solamente se exigía, ser mayor de edad y contar con habilidades gramática y de lectura.

Ante la ausencia de un impedimento legal, el ministro de gobierno de aquel entonces resolvió que la incluyeran en el padrón y también se elevó una consulta al Parlamento, que terminó resolviendo por unanimidad a su favor.

Incursionó en la política, a instancias del Partido Liberal, y cosechó más hitos: fue la primera mujer candidata y la primera elegida en el cargo de diputada suplente por Loja.

Accedió a una beca en Argentina para especializarse en Pediatría, neurología y dietética.

Se desempeñó como vicepresidenta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, una institución autónoma cuya labor principal es el desarrollo de los derechos culturales del estado ecuatoriano.

Entre los reconocimientos más importantes que recibió se cuentan: el de presidenta vitalicia de la Cruz Roja ecuatoriana y la Medalla al mérito en salud pública.

Falleció a los 87 años, en Guayaquil, a causa de un accidente cerebrovascular.