Es un asesino emblemático que se ganó un lugar de privilegio entre los criminales más irracionales de la historia de la humanidad.
Es sin duda uno de los homicidas más odiados del mundo, al margen de lo horrendo de matar a quemarropa a un ser humano, por la persona a la cual mató: John Lennon, alma mater de los Beatles, y uno de los músicos más talentosos y queridos del siglo XX
En esas de las tantas paradojas que tiene la vida, él que se había convertido en los últimos años de su vida en un símbolo de la paz, la concordia, y el amor, fue brutalmente asesinado de varios disparos en la puerta de su casa en Nueva York, en manos de una persona captada por la locura, el ansia de matar, y el odio.
Oriundo de Texas, Estados Unidos, donde nació en 1955, si uno repasa sus primeros años de vida probablemente encuentre en ellos la razón de su desequilibrio, sin embargo, nada justificó para la justicia esa saña de matar y por ello fue condenado a cadena perpetua y permanece en prisión desde unos instantes después de asesinar a Lennon, en plena calle, y frente a su esposa Yoko Ono
Reconoció haber pasado una dura infancia, con un padre agresivo y abusador, y siendo objeto recurrente de acoso escolar.
Fue adicto a todo tipo de drogas, blandas y duras, y a causa de las desavenencias familiares huyó varias veces de su hogar y pasó mucho tiempo errante en la calle
A comienzos de los setenta su vida personal encontró estabilidad emocional con su conversión al cristianismo, un trabajo que le gustaba y una novia que amaba, sin embargo, hacia finales de dicha década regresaron los fantasmas y las obsesiones e intentó suicidarse luego que su pareja lo abandonó.
A pesar que realizó un tratamiento psiquiátrico en 1980, empezó a circular por su mente la idea de matar a su ídolo John Lennon y así es que consiguió un arma y lo esperó en la puerta de su departamento en Nueva York para concretar el plan asesino.
En un primer encuentro, de los dos que tendría aquel día trágico 8 de diciembre de 1980, le pidió a Lennon que le firme un disco, y en el segundo le disparó sin clemencia hasta matarlo
Un fotógrafo que estaba también en la entrada del edificio tomó una fotografía de ese momento, que unas horas más tarde se volvería histórico: Lennon firmándole un autógrafo a su asesino.
Fue arrestado en el lugar del crimen a los pocos minutos y se reconoció culpable del mismo.
Según confesó mató a Lennon porque era muy famoso
Fue sentenciado en 1981 a una condena de 20 años a cadena perpetua.
Cuando se cumplió la condena pidió en varias oportunidades su libertad, e incluso pidió perdón por su crimen, sin embargo, las autoridades le negaron la liberación a causa de un comportamiento que evidencia desprecio por la vida humana
Yoko Ono ha expresado en varias ocasiones que no está a favor de la libertad de Chapman.