- 02/12/1923
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- 16/09/1977
- Homenajes Post mortem
Nació en la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, en el seno de una familia de ascendencia griega. Sus padres emigraron a Estados Unidos. Su papá fue farmacéutico y tuvo una hermana. Su nombre completo y real fue María Anna Cecilia Sofía Kalogeropulu, sin embargo, su padre, para simplificar la complejidad del apellido lo cambió por Callas al pisar suelo norteamericano.
Regresó a Grecia con su madre tras la separación de sus padres. Comenzó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Atenas. Se formó con las sopranos Elvira Hidalgo y María Trivella.
Desde muy jovencita batalló contra el sobrepeso que, sin dudas, se convirtió en su talón de Aquiles. Su madre fue muy crítica de su aspecto y ello le impuso una gran presión que terminó repercutiendo en su salud mental. Por otra parte, su ámbito laboral también le exigió responder a ciertos cánones de belleza.
Hizo su primera presentación como aficionada en la ópera Cavalleria rusticana.
Tosca fue la obra que le reportó su primer gran reconocimiento cuando se presentó en la ópera de Atenas.
Volvió a Nueva York y se reencontró con su padre. El director de la Arena de Verona descubrió su talento y le ofreció presentarse en su anfiteatro con la obra Gioconda.
Se casó con el empresario Giovanni Battista Meneghini, quien la recibió a su llegada a Italia y era 30 años mayor que ella. Fue su mánager y administrador. Se separaron luego de diez años de unión cuando ella conoció al multimillonario empresario naviero griego Aristóteles Onassis.
Se consagró con su debut en el escenario de La Scala de Milán y se convirtió en la cantante principal de la compañía. Se trata del teatro de ópera más famoso e icónico de Milán, en Italia. Fue inaugurado en 1778 y se ubica en la ciudad de Milán en la Piazza della Scala.
Durante esta época empezaron sus espectaculares presentaciones por todo el mundo: Viena, París, Buenos Aires, Chicago, Londres y Berlín, entre otras plazas.
Actuó muchísimos personajes, sin embargo, sus composiciones más celebradas fueron la de Norma, Violetta en La Traviata, Medea, Anna Bolena, Madame Butterfly, Rosina en El Barbero de Sevilla, Lady MacBeth, Tosca, Lucía, Elvira en Los Puritanos, La Gioconda.
Conoció a Onassis en una fiesta. Ambos estaban casados pero el flechazo fue más fuerte y terminaron dejando a sus respectivas parejas.
Inició una relación con Onassis. Fue el gran amor de su vida. Sin embargo, fue un vínculo muy oscilante y traumático que terminó por minar su salud psíquica y física y también afectó la continuidad de su carrera. Soportó infidelidades y destrato. Nunca superó no haber podido tener un hijo con él. La decisión de alejarse un tiempo de los escenarios deslució su impronta interpretativa y su voz desmejoró muchísimo.
Se presentó con la obra Tosca en el Covent Garden de Londres y luego se retiró un largo tiempo de los escenarios.
Renunció a la ciudadanía norteamericana y optó por la griega.
Onassis la dejó para unirse en matrimonio con la ex primera dama estadounidense y socialité Jacqueline Kennedy. La ruptura la devastó y nunca pudo recuperarse del desengaño. A pesar del intempestivo casamiento con Jackie, Onassis, continuó cortejándola y se mantuvieron en contacto, con idas y vueltas, unos seis años más.
Intentó suicidarse ingiriendo tranquilizantes.
Volvió a escena con El tenor de la Callas, acompañada por su colega Giuseppe di Stefano. Hicieron una gira y el último espectáculo lo brindaron en noviembre del año siguiente en Sapporo.
A la par, en esta época se dedicó a la docencia en la Juilliard School.
La muerte de su amado Onassis le causó un tremendo impacto y aumentó sus niveles de tristeza.
Falleció en la ciudad de París a causa de un infarto. Tenía 53 años. Sus restos fueron cremados, y en 1979, esparcieron sus cenizas en el Mar Egeo.
Su voz, progresivamente, perdió la fortaleza original producto de su gran pérdida de peso (más de 36 kilos) para interpretar la obra Medea en La Scala y también influyeron sus problemas personales.
Cuenta con un espacio de homenaje y recuerdo en Grecia: el Museo María Callas en Atenas. La colección reunió más de mil prendas, objetos personales, documentos que procedieron de una subasta hecha en París y una edición discográfica oficial y otra de temas inéditos.
La fecha de su nacimiento, 2 de diciembre, fue instaurada como el Día Internacional del Cantante Lírico.
Su historia personal y profesional fue varias veces objeto de biografías y documentales, entre ellos Callas for rever, de Franco Zeffirelli (2002) y María Callas: in her own words de Tom Volf (2017).