Mao Tse-tung o Mao Zedong, como también lo ha inmortalizado la historia universal en sus páginas, fue el dirigente político más notable de China durante el siglo pasado.
Zedong no solo se destacó por introducir el comunismo a su patria sino también por la ardua pelea y resistencia que ofreció en pos del cumplimiento de sus ideales, vinculados al marxismo y al leninismo, aunque, especialmente influidos por las características particulares de la sociedad a la cual perteneció, que por cierto, se diferenciaba bastante de la propuesta original para Occidente.
La gran diferencia y singularidad es que el comunismo de Mao pone especial interés en el sector del campesinado, el cual considera es el gran impulsor y responsable de la revolución.
Recordemos que en el caso del comunismo europeo a este sector se lo aprecia como débil, siendo los obreros los grandes héroes.
Mao nació en la ciudad de Pekín, el 26 de diciembre del año 1893, en el seno de una familia dedicada a la actividad de campo y perteneciente a la dinastía Ming, una dinastía que gobernó alrededor de tres siglos China, entre los siglos XIV y XVII.
Durante su infancia, la educación, en el medio rural en el cual vivía, no era considerada elemental, se la estimaba únicamente si podía producir algún beneficio a la actividad.
En tanto, Mao, accedió a la misma pero a la edad de 13 años, cuando las tareas de la hacienda lo demandaron más debió abandonar la escuela.
De todas maneras, su inclinación pudo más que el mandato familiar y cursó el magisterio convirtiéndose tiempo después en maestro y director de escuela.
Asimismo, sirvió durante algún tiempo en el ejército.
En el año 1919 se pone en evidencia su costado revolucionario cuando se suma a la revolución estudiantil contra el Japón y dos años después queda confirmada al crear el Partido Comunista Chino.
Para esta época ya estaba convencido que sería el campesinado el sector que tenía en sus manos el cambio social tan ansiado para su país.
La alianza que en la década del veinte había sellado con nacionalistas queda totalmente rota al poco tiempo y entonces debe retirarse al campo desde donde dirigirá al ejército rojo, que poco a poco irá haciéndose de varios puntos rurales.
En 1930 se establece la República Soviética de China y Zedong es elegido presidente de la misma.
A pesar de los triunfos, la inestabilidad política generada por la disputa con el sector nacionalista hizo que la autoridad de Mao se viese notablemente afectada.
Durante la Segunda Guerra Mundial hubo una especie de tregua entre ambos bandos que se unieron contra el enemigo en común: Japón.
Tras la misma, la guerra civil continuó y recién en el año 1949 los comunistas lograron vencer y proclamar la República Popular China.
Mao, obviamente fue elegido presidente de la misma.
En el año 1959 abandona el cargo de presidente, sin embargo, la presidencia del Partido Comunista la conservaría y desde allí se mantendría políticamente activo.
Tras sucesivos problemas de salud, Mao fallece el 9 de septiembre del año 1976, a los 82 años de edad.