Si bien no es algo que hoy directamente no suceda, es una realidad que los políticos de hoy no se destacan especialmente por su inclinación a las letras, sin embargo, la historia no nos deja ni exagerar pero tampoco obviarlo, que hace unas cuantas décadas atrás resultaba bastante frecuente que los dirigentes políticos además de las actividades inherentes a sus cargos también cultivasen la literatura, incluso, produciendo sus propias obras.
Mientras tanto, Manuel Payno, reconocido político mexicano del siglo XIX, se destacó justamente por lo que mencionábamos líneas arriba: su labor política y su prolífica carrera literaria.
Manuel Payno nació en la Ciudad de México el 21 de Junio de 1810 y ya desde joven comenzó a transitar por la vida política de su país gracias a diferentes cargos que ocupó: meritorio de la Aduana de México, jefe de sección con el grado de Teniente Coronel en el ministerio de guerra, secretario de la delegación mexicana en Sudamérica lo que implicó su primer viaje a Europa, especialmente a Francia e Inglaterra; una vez de regreso el presidente Santa Anna le encomendó el estudio del servicio penitenciario en las ciudades estadounidenses de Filadelfia y de Nueva York.
En el año 1847 se produce la primera intervención de los Estados Unidos en México y Payno también desplegaría un destacado rol, combatiendo, por supuesto, contra los invasores y luchando a favor de la independencia de su nación. Su principal aporte en este sentido fue el establecimiento de un servicio secreto de correos entre México y Veracruz.
Tres años más tarde, Payno, ocuparía un destacado rol en el ámbito económico de su país ya que en primera instancia se convertiría en el flamante ministro de hacienda del gobierno de José Joaquín de Herrera y posteriormente durante el gobierno de Comonfort se desempeñaría como secretario de la cartera de hacienda.
En tanto, el acuerdo con Comonfort no duraría mucho tiempo y así es que en 1857, junto a otro colega, Félix Zuloaga, Payno provocaría un golpe de estado para desestabilizar el gobierno de Comonfort, el cual no prosperaría sino que desencadenaría un poder aún más fuerte y tiránico que ocasionaría su procesamiento y apartamiento de la política activa por una larga temporada hasta que la República se restableciese nuevamente en México.
En el año 1882, con la llegada al poder de Manuel González, Payno, recuperaría todo su esplendor público, desempeñando diversos roles diplomáticos, tal es el caso de: agente de colonización en París, cónsul en Santander y luego cónsul general en España.
En el año 1891 regreso a su patria y fue elegido como senador, cargo que desempeñaría hasta su muerte el 4 de Noviembre de 1894.
Pero también dijimos que Payno fue una pluma destacada de su tiempo y así lo hizo saber desde la prensa, siendo el autor de numerosos artículos políticos económicos e históricos y luego a partir de sus obras literarias en las que cultivó especialmente el género de la novela (El Fistol del diablo, Los bandidos de río frío, El hombre de la situación, entre otras). Payno está considerado como un precursor de la novela romántica, que inauguró la modalidad de entrega por capítulos.