A pesar de su temprana muerte, a la edad de 36 años, lo cual afectó directamente la continuación de su magnífica obra, el autor Manuel Nájera, ya había logrado marcar a fuego con su poesía y su prosa a su patria, México, la cual desde sus comienzos como escritor supo reconocerlo como uno de sus más destacados exponentes.
Pero no solo como autor de poesías y de narraciones destacó este autor mexicano sino que también en su labor como periodista supo dejar su huella.
Además se lo considera el iniciador del movimiento modernista en su país.
El modernismo fue una corriente artística surgida hacia finales del siglo XIX y que básicamente se proponía la ruptura de los estilos dominantes en la época a partir de la creación de una propuesta joven, moderna y sobre todo libre.
El nacimiento de Nájera se produjo en la ciudad de México el 22 de diciembre del año 1859, en el seno de un hogar perteneciente a la clase media.
Su inclinación por la escritura se hizo manifiesta cuando todavía era un niño y ya a la edad de 13 años comenzó a despuntar su pasión de escribir.
Si bien su madre, que era una fervorosa católica anhelaba que su hijo se convirtiese en sacerdote y por tanto cursó algunos años del Seminario que luego abandonaría, Manuel, decidió ir por otro camino, aunque, su escritura no quedó ausente de esta influencia que su madre supo inculcarle.
Entre las diversas publicaciones en las cuales dejó su marca personal se cuenta la Revista Azul, de la cual fue fundador y que también fue el más destacado vehículo de difusión que tuvo el Modernismo en México, ya que con una periodicidad semanal, entre los años 1894 y 1896, en la ciudad de México, la Revista Azul, difundió a buena parte de los autores enmarcados en este movimiento.
Otra seña particular de su trabajo han sido la enorme variedad de seudónimos que empleó para publicar sus artículos, incluso utilizó esta pluralidad de nombres para publicar los mismos trabajos pero desde diversos puntos de vista, usando para cada seudónimo una adaptación diferente.
Su obra se caracterizó especialmente por los sentimientos que transmitía de manera delicada y elegante.
El 3 de febrero del año 1895 fallece en la ciudad de México.