Manuel Álvarez Bravo fue uno de los fotógrafos más notables del siglo pasado en Latinoamérica y como tal contribuyó enormemente a desarrollar la fotografía moderna.
Desde la tardía década del veinte y hasta la década del noventa del siglo XX, Álvarez Bravo, maravilló al mundo con sus instantáneas que recurrentemente se ocupaban de inmortalizar los paisajes y la gente de su patria, México.
Asimismo, se lo reconoce también por haber sido un gran colaborador del cineasta ruso Sergéi Eisenstein.
Álvarez Bravo nació en la ciudad de México, el 4 de febrero del año 1902, en tanto, de su padre que se desempeñaba profesionalmente como profesor, heredaría la inclinación hacia la fotografía.
Cuando a los doce años éste fallece, Manuel, debió suspender su formación y salir a trabajar para ayudar a su familia.
De todas maneras y a pesar de las responsabilidades nuevas, jamás dejó de lado su predilección por la fotografía, actividad que abordaba de manera autodidacta.
En el año 1915, ya convencido de su vocación, ingresa a la Academia de San Carlos para estudiar artes.
Hacia finales de la década del veinte establece relaciones de amistad con la fotógrafa Tina Modotti y con los muralistas Diego Rivera y Pablo O’Higgins, quienes ciertamente influirían en su ideología y en la manera en la cual empezaría a retratar fotográficamente el mundo y la gente de su alrededor.
Las fotografías de Bravo lejos estaban de ser meras documentaciones de un momento x sino que se tratan de concretas muestras de la vida real de su tiempo.
Cuando en el año 1930 su colega Modotti deja México, Bravo, hereda su trabajo de fotografiar a los más destacados muralistas para la revista Mexican Folkways.
Para 1932 presenta su primera gran muestra que por supuesto sacudiría al ambiente artístico y a los aficionados por su inmensa calidad.
En la década del cuarenta se vincula artísticamente con el realizador Eisenstein y participa en varias de sus películas generando fotografías fijas.
Durante su carrera recibió variadas distinciones como ser: Premio nacional de las Artes, Condecoración de Ordre des Arts et Lettres Français.
Incluso una sala del Museo de Arte Moderno de México llevó en su homenaje su nombre.
Estuvo casado con su colega Dolores Martínez de Anda, mejor conocida como Lola Álvarez Bravo.
Su existencia fue realmente longeva, falleciendo a los 100 años, el 19 de octubre del año 2002.