- 22/07/2000
- 13/09/2022
- 16/09/2022
- Represión a las protestas
- Apoyo internacional
- No somos responsables
- Sanciones internacionales
- 10/2022
Nació en la ciudad de Saqqes, perteneciente a la provincia iraní de Kurdistán, una de las 31 provincias en las que está dividida administrativamente la República Islámica de Irán.
Fue arrestada en la estación del metro, en la ciudad de Teherán por la policía de la moral, acusada de transgredir el código de vestimenta femenino que impone el cubrimiento del cabello con un velo y vestir ropa discreta.
Estaba con su hermano en el momento de la detención, quien posteriormente a la detención, declaró que, los policías también lo golpearon y que se llevaron a su hermana detenida con el pretexto de brindarle una clase informativa sobre cómo debía vestirse; mientras tanto, la golpearon en la cabeza y el cuerpo.
Perdió el conocimiento, se desmayó y su presión arterial cayó bruscamente.
Fue trasladada de inmediato al hospital y a pesar de los esfuerzos médicos realizados fue imposible revertir su estado.
Falleció como consecuencia de una múltiple falla en sus órganos vitales, ocasionada por un cuadro de hipoxia cerebral.
Su muerte desató una ola de protestas en Irán y manifestaciones solidarias en el resto del mundo; los manifestantes están convencidos que la verdadera causa de su muerte fueron los golpes que le propinaron durante su detención.
Las fuerzas de seguridad respondieron a las protestas con una cruenta represión que dejó un saldo cercano a 100 fallecidos, entre ellos, miembros de la propia policía.
El país no vivía una ola tan violenta desde 2019, cuando también se reprimieron una serie de manifestaciones contra el aumento del precio de la gasolina.
Las mujeres, especialmente las jóvenes estudiantes, son las que lideraron la mayoría de los reclamos que consistieron en quitarse sus velos, quemar el Corán, y gritar consignas contra el régimen patriarcal y represor que las gobierna. En algunas imágenes que trascendieron se vio y oyó a las mujeres gritar: “muerte al dictador”.
Las muestras de solidaridad de parte de las mujeres, fuera de Irán, fueron conmovedoras y masivas. Activistas feministas, celebridades, actrices, cantantes, de todas partes del mundo, se unieron a través de las redes sociales, y a modo de repudio a la violencia que Irán ejerce contra las mujeres, se grabaron cortándose un mechón de pelo, y difundieron las grabaciones a través de cuentas, ampliando magníficamente la protesta y la difusión del acontecimiento.
No hubo un lugar en el mundo donde no se conociese el arresto y la posterior muerte de Mahsa.
La justicia iraní, representada por el fiscal general, denunció que las concentraciones son animadas desde las redes sociales.
Las manifestaciones escalaron con más fuerza al conocerse las muertes de otras jóvenes, sin embargo, el gobierno volvió a desligarse y aseguró que se trató de suicidios.
El gobierno iraní presentó un informe médico que aseguró que falleció por un problema de salud preexistente, deslindó a la policía de cualquier tipo de responsabilidad en su muerte y que la misma esté vinculada a golpes recibidos durante su detención.
El documento presentado por las autoridades iraníes y que lleva la firma de la Organización Forense de Irán, afirmó que, su muerte se debió a las consecuencias de una operación quirúrgica a la que fue sometida a los 8 años, a causa de un tumor cerebral.
Cabe destacarse que, su padre declaró que se encontraba en perfectas condiciones de salud antes de ser detenida.
Las penalidades exteriores no tardaron en llegar y Estados Unidos anunció castigos económicos contra siete funcionarios iraníes que participaron en la represión. Uno de estos funcionarios es el ministro del interior, Ahmad Vahidi, a quien se lo responsabilizó de haber intentado bloquear el flujo de internet.
La máxima autoridad política y religiosa iraní, el ayatolá Ali Khamenei, acusó a Estados Unidos y a Israel de animar los disturbios en su país.
Los enfrentamientos recrudecieron y no quedaron lugares de Irán donde no se sintió la bronca y las protestas contra el gobierno. El presidente Ebrahim Raisí fue abucheado e insultado en una presentación en una universidad.
En el Kurdistán Iraní, de donde ella era originaria, las manifestaciones fueron muy impactantes e incluyeron el cierre de comercios.