Aunque no nos demos cuenta, el magnetismo está presente en muchas actividades diarias. Las bandas de las tarjetas de crédito, los microondas, la telefonía móvil e incluso algunas montañas rusas funcionan por los principios del magnetismo. Tampoco hay que olvidar que nuestro planeta es como un imán gigante y lo mismo sucede con la mayoría de planetas que se mueven dependiendo de unos campos magnéticos.
La naturaleza básica del magnetismo está determinada por la idea de fuerza que opera en los distintos elementos, que están formados por polos opuestos, que son cargas eléctricas. El principio general de atracción consiste en que los polos opuestos se atraen y los que tienen cargas iguales se repelen.
El magnetismo tiene un componente aparentemente misterioso, ya que dos cosas que no se tocan tienen un nivel de atracción. Los imanes tienen una fuerza de atracción selectiva, ya que atraen ciertos materiales ( de hierro, acero o cobalto ), pero no otros, por ejemplo de madera. La fuerza invisible de los imanes va más allá del propio material, y es lo que se denomina campos magnéticos. Estos campos están formados por unos átomos y en este sentido se afirma que los átomos son imanes atómicos. El magnetismo solo se produce cuando la mayoría de electrones giran en una misma dirección, liberándose así sus campos magnéticos.
Hay imanes que necesitan electricidad para funcionar. Un buen ejemplo de esta fusión entre los imanes y la electricidad es la grúa que se emplea para los desguaces de vehículos.
El magnetismo se desarrolló a partir de las investigaciones de William Gilbert, quien en el siglo XVl puso las bases del electromagnetismo. Sin embargo, algunas aplicaciones ya se realizaban hace más de 2000 años, cuando se descubrió la magnetita, el material magnético que da nombre a esta disciplina científica.
Hay un fenómeno de la naturaleza que es muy común: los movimientos migratorios de las aves. No se sabe con precisión cómo se guían las aves con tanta precisión, aunque se cree que es posible porque se orientan siguiendo los campos magnéticos de la tierra.
Hay otro sentido de la palabra magnetismo. De manera figurada se emplea para mencionar la capacidad de atracción de ciertas personas. Cuando se quiere expresar la idea de que alguien atrae a los demás por su personalidad, estilo o atractivo físico, se dice que tiene algo especial, un cierto poder sobre los otros, como un componente inexplicable, el magnetismo. Es una cualidad difícil de definir pero se puede apreciar en ciertas personas. Es lo que sucede con algunos líderes, que tienen un carisma especial.