Leopoldo II de Bélgica fue monarca del pueblo belga por unos cuarenta años, siendo su reinado el más largo de esta nación, sin embargo, pasaría a la posteridad y a las páginas de la historia mundial no por este hecho longevo sino por su crueldad y codicia, perpetrada contra el territorio del Congo, zona que adquirió como se compra a una empresa, y que explotó a tiempo completo para aprovisionarse de todas las riquezas materiales que albergaba: piedras preciosas, diamantes, entre otros.
Monarca belga que reinó Bélgica por cuarenta años y que compró el Estado Libre del Congo en el siglo XIX, lo convirtió en su propia colonia para poder explotar y adueñarse de sus riquezas, sometiendo a gran parte de su población
Obviamente, el pueblo de este país africano fue el más afectado por esta práctica cruenta y despiadada llevada a cabo por este rey sin corazón…
Compró el estado Libre del Congo, en África y lo explotó cual empresa propia. Utilizó sus influencias para hacerse de esas tierras con un compromiso mentiroso de mejorar la vida de los habitantes que obviamente jamás cumplió, sino por el contrario los usó como esclavos y como mano de obra forzada y gratuita.
La explotación le proveyó una enorme fortuna y eso obviamente le permitió vivir de la manera más lujosa, a costa por supuesto del sometimiento de los habitantes de Congo. Su régimen sádico y materialista dejó un tremendo saldo que se calcula podría ser de 14 millones de congoleños muertos. Un individuo ciertamente despreciable.
Orígenes y vida personal
Nace un 9 de abril de 1835 en un castillo de la ciudad de Bruselas, en Bélgica, como Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha y Borbón-Orleans.
Fue formado como un noble destinado al trono de su patria. Sucede en el trono a su padre en el año 1865.
En el plano personal estuvo casado en primeras nupcias con María Enriqueta de Austria, un matrimonio que se pautó por conveniencia y luego que el rey obtuvo a sus descendientes ignoró por completo a su esposa, quien prácticamente quedó relegada hasta su muerte.
En 1899 se enamora de una joven de 16 años tan solo, Blanche Delacroix. Esta mujer era hija de un funcionario y el rey decidió nombrarla baronesa para aportarle un sesgo noble que no disponía.
Un año antes de fallecer se casa con ella y le lega una enorme fortuna en dinero y en propiedades repartidas por Bélgica y Francia. Tras fallecer el rey, Blanche, se casó con su amante quien reconocería los dos hijos que ésta había tenido con el monarca belga y que nunca los había reconocido legalmente.
Fallece de una hemorragia cerebral el 17 de diciembre del año 1909.
Su sobrino e hijo de su hermano, Alberto I, lo sucede en el trono.