Vladímir Ilich Lenin, más conocido como Lenin, simplemente, fue un líder comunista radical que dirigió la revolución que daría paso al régimen comunista soviético, designado como Unión Soviética, y que existiría entre los años 1922 y 1991.
La Revolución rusa llevada a cabo en el año 1917, con Lenin entre sus filas, provocó la caída del Imperio Ruso.
Acto seguido, se erigió por un cortísimo tiempo el Gobierno Provisional Ruso, el cual sería derrocado en el año 1922, cuando la facción bolchevique (grupo político radical del Partido Obrero Social demócrata de Rusia dirigido por Lenin), con Lenin a la cabeza, ganase la Guerra Civil Rusa y entonces la Unión Soviética se convirtió en un hecho.
Lenin nació en julio del año 1870 en Simbirsk, en el seno de una familia de clase media.
Desde temprana edad, Lenin, se mostraba como un individuo dueño de un pensamiento profundo y elaborado.
Su adolescencia se vería afectada por dos hechos trágicos que lo marcarían para siempre, primero, la muerte de su padre cuando tenía 16 años, y al año siguiente el asesinato de su hermano mayor, quien había sido acusado de conspiración contra el Zar.
Especialmente, ésta última situación, acercaría a Lenin a una posición de absoluto repudio contra el régimen zarista que se intensificaría con el transcurso del tiempo.
Luego de finalizar sus estudios en el Liceo, Lenin, ingresa a la Universidad de Kazán para estudiar Derecho.
A la par de sus estudios, Lenin, se acercará a los círculos revolucionarios de Kazán y pronto se convertirá en una molestia que las autoridades vigentes taparán con prisión.
En el año 1892 se gradúa en la Universidad de San Petersburgo y gana una pasantía como abogado en Samara.
Su acercamiento a Plejáanov, un líder revolucionario ruso, dio como fruto la Liga de Combate por la Liberación de la Clase Obrera, antecedente del Partido Obrero Social demócrata Ruso que dirigiría Plejáanov.
El objetivo de Lenin era darle marcha a una revolución socialista que diese como resultado un estado socialista y para ello creía que era indispensable contar con líderes revolucionarios decididos y organizados.
En el año 1912, Lenin, rompe con Plejáanov como consecuencia del apego de este al modelo de partido de masas, que aprobaba antes de la Revolución un paso intermedio: la democracia burguesa.
Tras el derrocamiento del régimen zarista, a instancias de la Revolución de Febrero del año 1917, Lenin, redobló su apuesta y llamó a todos los bolcheviques a cesar su apoyo al gobierno provisional e ir por la verdadera Revolución.
En octubre de ese año finalmente se consuma el anhelo de Lenin y en ello mucho tuvo que ver la estrategia propuesta que reunió dos puntos de interés: la promoción del fin de la guerra y la promesa del reparto de tierras.
Tras su triunfo, Lenin, se erigió en el presidente del nuevo gobierno conocido como Consejo de Comisarios del Pueblo.
Si bien Lenin cumplió con todas sus promesas, su extremo radicalismo también lo llevó a cometer excesos de poder que se materializaron a través de métodos violentos de represión contra aquellos contrarios a su propuesta.
Respecto de su gestión, en un comienzo, Lenin, le aplicó fielmente su ideología y así es que nacionalizó los medios de producción, sometió las actividades a la planificación central, aunque, ante el fracaso de la producción, decidió dar marcha atrás en algunos puntos como ser: el margen para la libertad de mercado y para la iniciativa privada.
Con estas dos medidas la economía leninista logró equilibrarse.
Los problemas de salud que comenzó a sufrir con mayor agudeza en 1922 lo empezaron a alejar de la política activa, e increíblemente, dos años más tarde, en 1924, sucedió su tempranísimo fallecimiento, a la edad de 53 años.
El Estado, La Revolución, Qué hacer, son algunas de las obras más destacadas que escribió Lenin y que por supuesto se convirtieron en un legado que sería consultado e influiría en las generaciones posteriores.