Karl Popper fue uno de los filósofos austríacos más influyentes del siglo pasado.
Filósofo influyente, desarrollador del Falsacionismo y un docente comprometido
Realizó aportes muy significativos a los debates que se generaban sobre metodología científica, lo que debía ser considerado como ciencia y qué no, entre otras cuestiones.
Otro aspecto destacado de su vida profesional fue el desarrollo de la corriente bautizada como Falsacionismo y que sostenía que para contrarrestar una teoría se debe refutar con un contraejemplo, si eso no es factible la teoría quedará corroborada, de este modo pasará a ser aceptada de modo provisorio, pero no se ha certificado, o sea, que es lo mismo a decir que ninguna teoría es totalmente verdadera.
Se destacó como estudioso de la materia y asimismo como formador ya que gran parte de su vida la dedicó a la docencia de lo que más sabía: la filosofía.
Integró el Círculo de Viena
Popper perteneció e influyó al Círculo de Viena, tal como se conoció al organismo filosófico científico que surge en Viena en el año 1922.
La principal motivación de esta organización era distinguir aquello que es ciencia y qué no lo es.
Y es en este sentido que surgen las primeras controversias y diferencias de Popper para con él…
Diferencias con el Círculo de Viena
Por ello es que debemos destacar que Popper fue un gran crítico desde su propia área de trabajo, poniendo en foco los errores en los que él creía incurría su metier… por ejemplo, el sostenía que no era correcta la división tan férrea que muchos hacían entre conocimiento científico y la metafísica.
Creía que no era necesario descalificar aquello que surgía en otros ámbitos diferentes a la ciencia, lo ideal y correcto era para él indicar lo que atañe exclusivamente a la ciencia y lo que no, simple y sencillo…
Posición anti sionista
Popper era oriundo de Viena, donde nació un 28 de julio del año 1902.
Nació en el seno de un hogar protestante, siendo sus padres además descendientes de judíos.
De todas maneras él optó por el agnosticismo.
Más allá de esto supo sufrir en cierto punto el antisemitismo que primaba en las primeras décadas del siglo XX en Europa.
Cabe destacarse que fue un gran crítico de la posición separatista y ultra nacionalista del pueblo judío, él consideraba que debían integrarse al pueblo en el que vivían y no tender a separarse.
Popper cada vez que pudo expresó su rechazo contra cualquier forma de nacionalismo y por eso es que decidió oponerse al sionismo, aún en su calidad de originario de una familia judía.
El sionismo es un movimiento político que propone restablecer una patria para el pueblo judío, en tanto, fue el promotor de la fundación del estado israelí allá por finales de la década del cuarenta, siendo considerado el único estado judío del mundo.
Aún más, de acuerdo a su pensamiento el haber creado el estado de Israel fue un error político grave porque consideró que esto aumentó el racismo y el odio.
El creía que los judíos en lugar de separarse, de aislarse, debían integrarse a las sociedades en las cuales vivían como había sucedido en su familia.
Se oponía a esa idea casi legendaria que Israel era el pueblo elegido por Dios, porque sumaba a esa diferenciación entre los hombres y a contribuir en la concepción de la existencia de una raza o cultura elegida por alguien superior, que él por supuesto negaba.
Criticas al psicoanálisis
Y por otra parte, en es afán cuestionador por naturaleza que lo caracterizaba, Popper, supo ser uno de los grandes críticos del psicoanálisis desarrollado por Sigmund Freud y que supo tener una notable influencia en los comienzos del siglo XX.
La principal crítica que hizo fue respecto de la incapacidad del psicoanálisis de ceñirse a las explicaciones que puedan ser falseadas, hecho que consideraba una trampa; creía que las ambigüedades que sostenían a las teorías psicoanalíticas las favorecía a la hora de adaptarse fácilmente a cualquier marco teórico.
En el plano político, durante sus años de universidad se inclinó por la propuesta socialista.
La pasión por los libros la heredaría de su abuelo, dueño de una fantástica y voluminosa biblioteca que heredaría.
Profeta en otra tierra también
A mediados de la década del cuarenta, ya asentado en Inglaterra, se convierte en profesor de filosofía de la prestigiosa Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres.
Fue muy considerado y distinguido por la patria que lo adoptó: Reino Unido y tanto es así que fue distinguido como Caballero por la Reina Isabel II e integró la Royal Society de Londres.
Fallece en Inglaterra un 17 de septiembre del año 1994.