A instancias del Hinduismo, la tradición religiosa de India, Kali, es una de las diosas más veneradas y queridas y está considerada como la madre universal.
Se la llama también shakti porque es la energía del dios Shiva, uno de los dioses que conforma la Trinidad Hinduista y el cual representa el rol destructor en esa tríada.
Por caso, Kali, representa la faceta destructora , siendo la destructora tanto de los demonios como de la maldad.
Cabe destacarse, que además, Kali, es una de las reinas consortes de Shiva y dispone de una religión hindú que la adora: el shaktismo.
Por otra parte, Kali, es la patrona de la ciudad de Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental.
Su adoración se lleva a cabo en el Templo Kalighat, construido en los primeros años del siglo XIX y se encuentra cito en la ciudad de Calcuta.
Aún hoy, sus fieles, realizan allí sacrificios de animales en su honor.
En la tradición esotérica del tantrismo, Kali, dispone de una enorme importancia y los seguidores de esta decidieron enfrentar su maldición aceptando sus bendiciones.
Incluso, se la valora como el caos mismo que más luego atrae a la sabiduría.
Siguiendo con esta concepción oscura de Kali, se expresa que únicamente su esposo Shiva es capaz de calmar su ferocidad, solamente porque él puede empatarla en tenebrosidad.
Para lograr su calma o domesticarla, Shiva, se le aparecerá como un bebé llorando, apelando de este modo a su instinto maternal o la desafiará a un baile.
Mientras tanto, en la religión que la adora, el shaktismo, se la despoja de toda esa reminiscencia destructora y malvada y se la adorará simplemente como una gran madre, sin sesgos de violencia.
Tradicionalmente, los hinduistas adoran a sus dioses y diosas a través de la técnica conocida como yapa, que consiste en la repetición constante del dios que adoran y aman para de este modo concentrarse totalmente con el dios en cuestión y unirse a él una vez llegada la muerte, en tanto, esta técnica es muy empleada por los shaktas en relación a la diosa Kali.
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