Se ganó un lugar notable en la historia de su patria Israel, y en la de la larga búsqueda por la paz entre sus compatriotas y los palestinos y que lleva décadas de desavenencias zanjadas a través de la violencia.
Se desempeñó como militar y como tal intervino en la Guerra árabe-israelí del año 1948.
Hacia finales de la década del sesenta incursionó en el ámbito diplomático como embajador en Estados Unidos, cargo en el que se destacó especialmente y dio muestras de su habilidad para el diálogo, que años más tarde consolidó, y le permitieron avanzar en las negociaciones de paz con los palestinos
Luego continuó en la función pública como ministro de defensa, trabajo, Primer Ministro (1974-1977), y diputado.
Fue uno de los grandes referentes del Partido Laborista Israelí junto con Shimon Peres con quien mantuvo públicas diferencias y se enfrentó políticamente en varias oportunidades
En 1992 asumió nuevamente como Primer Ministro tras ganar las elecciones.
Inmediatamente después de asumir promovió la suscripción de los llamados Acuerdos de Oslo, en representación de Israel, con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), representada por Yasser Arafat
Suscriptos en Oslo en 1993, propusieron un lapso de cinco años para avanzar definitivamente en una solución permanente al conflicto, en tanto, Israel asumía la representación externa y la seguridad.
Por esta acción es que fue galardonado en 1994 junto a Arafat y Shimon Peres, que se desempeñaba en su gobierno como Ministro de Asuntos Exteriores, al Premio Nobel de la Paz
Pero un año después, en 1995, todo el esfuerzo se cayó como un castillo de naipes cuando fue asesinado por un joven israelí de extrema derecha en el centro de la capital de Tel Aviv, en el marco de los festejos por el acuerdo con la OLP.
En su afán extremo por concretar el sionismo, Yigal Amir, de tan solo 25 años, vio desvanecer su anhelo y decidió asesinar a Rabin a quien responsabilizó por ello y lo consideró traidor
Si bien el pacto no era muy auspicioso para los palestinos los judíos ortodoxos lo tomaron como una traición de Rabin, entre ellos Amir.
Contó con la complicidad de su hermano Hagai Amir, quien en 2012 fue liberado en el marco de una serie de manifestaciones que rechazaron su liberación, incluso, al salir de prisión aseguró que no se arrepentía de lo hecho porque Rabin con su firma al acuerdo de Oslo entregó a los palestinos territorios sagrados de Israel.
Por su parte, el autor material del asesinato fue condenado a cadena perpetua y permanece en prisión.
Tenia 73 años cuando falleció.