Para este término hay varias posibilidades de uso, pero para comenzar, diremos de manera general que invocar alude al hecho de llamar a algo o alguien, que se quiere hacer presente en una situación determinada, pero que en general este “hacer presente” no se refiere a una presencia física, sino más bien a una presencia conceptual.
Por ejemplo, y para comenzar a esclarecer un poco de qué se trata este término, pensemos en un famoso juego, que se llama “juego de la copa”, donde se busca precisamente invocar espíritus para que respondan preguntas mediante afirmación (“si”) o negación (“no”) que queremos realizarles. Esta invocación es entonces un llamado a un ser que en este caso es sobrenatural, porque no tiene existencia física y humana en ese momento y en ese lugar, y nos dirigimos a él para un fin determinado.
Quizás el que acabamos de describir sea el ejemplo más esclarecedor de este término, pero como dijimos al principio, “invocar” puede tener varios usos (al menos, más de uno) y entonces ahora veremos otros dos casos.
Invocar también puede ser utilizado cuando necesitamos exponer o acoger una ley o también puede ser una costumbre, que nos sirva de argumento (y en todo caso, que nos sirva además de protección ante un hecho o situación que hemos sufrido o protagonizado) para justificar nuestras actitudes y comportamientos.
¿Pasamos a un ejemplo de esto? Pensemos que tenemos un niño pequeño, de apenas unos meses que necesita ingerir una leche especial y varias medicinas usuales para bebés. Sin embargo, nuestra cobertura de medicina prepaga se niega a cubrir los gastos de estas medicinas y de la leche, cuando en verdad, debería hacerlo. Ante un litigio legal-jurídico, podemos invocar el derecho a la salud y a su vez algunos de los derechos de los consumidores.
Por último, y ya para finalizar con estos tres usos del término, invocar también se utiliza para mencionar algo (o también a alguien) que de algún modo queremos poner en evidencia como ejemplo. En este caso, podemos encontrar que dos amigos se encuentran distanciados por un problema que han tenido entre ellos. Para recomponer la situación, uno de ellos le pide conversar al otro para aclarar los problemas y resolver conflictos, y en el transcurso de la conversación le recuerda todos los años de amistad que han pasado juntos, con momentos buenos y malos. En este caso, el amigo está invocando esos años de amistad para utilizarlos como ejemplo de algo que une a ambos.