La industria manufacturera se enfoca a la transformación de materias primas en bruto o materias a medio proceso para crear un producto final, para estar listo para la venta. Un ejemplo claro de esto son las computadoras, a manera de importación llegan los chips y elementos electrónicos, de modo de ensamblar sus partes, a veces las carcasas y otros componentes se fabrican en el lugar de ensamble. Los países en vías de desarrollo sobresalen por tener una fuerte industria en este rubro, en especial porque se cuenta con una mano de obra a bajo costo.
La etimología del neologismo manufactura proviene del latín manus, que remite a la mano, y en este contexto hace alusión a lo manual, y factus, que se entiende por hecho, en compañía del sufijo -era, propiedad resultado de una acción, comprendiendo de este modo una transformación desde la artesanía en las manos, por lo que también se llega a considerar dentro de esta industria la actividad artesanal, siempre y cuando se transforme un elemento en un bien de consumo.
Es importante tener una clasificación de actividades para definir qué se considera manufactura o no. El proceso de producción puede ser físico o químico. Cabe destacar que todo proceso de cambio entra en este catálogo, por mínimo que sea el trabajo, ya sea teñir un mueble, telas, cambiar de temperatura un producto a través de un tratamiento especial, etc. La acción de cambio se basa en el uso de la maquinaria o tecnología junto con la mano de obra.
Ejemplos de productos manufactureros
Esta industria se identifica por los procesos. 1. Si se transforma una materia prima en un producto final se la considera clásica o tradicional. 2. Se reconoce como intermedia si se trata de cambiar productos semielaborados, como las piezas de ensamblado que anteriormente se han mencionado. 3. Son mecánicas cuando el producto final es una herramienta o maquinaria para procesar diferentes productos. 4. Es residual cuando la materia prima para nuevos productos se basa en el procesamiento de residuos, alcanzando los sistemas de reciclaje.
Dentro de las actividades que se destacan en este sector secundario de la economía se reconocen:
Industria Textil. Se fabrican y se procesan telas listas para la confección de prendas y otras utilidades para este producto.
Productos químicos. En esta actividad se producen diferentes productos, desde energéticos, hasta elementos de limpieza como jabones o líquidos, entran en esta categoría los petroquímicos con los que se generan hidrocarburos.
Alta tecnología. Ensamblaje y creación de electrodomésticos, computadoras, automóviles y maquinaria.
Metalúrgica. Creación de aleaciones de diferentes metales, fundición y grabado.
Construcción. Esta es de las más importantes debido al gran crecimiento que ha tenido, en este rubro se agregan la construcción de las materias primas como el cemento, además de funciones de ingeniería y arquitectura.
Telecomunicaciones. Se involucra la participación de la tecnología en diferentes acciones, desde el GPS y su instalación a la creación de carreteras, obras públicas, conexiones eléctricas y construcciones de antenas.
Importancia de industria manufacturera en las economías emergentes
A pesar de los avances tecnológicos y digitales, la industria manufacturera sigue siendo un pilar en la economía mundial. En este sector se aporta mucho a la investigación y desarrollo, no solo tecnológico, sino también farmacéutico y químico. América latina es un importante lugar para estas acciones, en especial por su posición territorial estratégica. Por ello, muchas económicas desarrolladas buscan los ensamblajes e inversiones en estos países, disminuyendo costos y ofreciendo empleo.
La competencia es fuerte, en especial con China, en donde esta industria genera una gran cantidad de ganancias y forma parte de más del 40% de su PIB. Para un mejor posicionamiento mundial se debe recurrir a políticas económicas que apoyen la creación de bloques económicos y tratados comerciales, asegurando así cierta estabilidad en este sector.
México es un país con una fuerte industria manufacturera, representa un gran porcentaje de su producto interno bruto, alrededor del 27.9% de la producción nacional, aportando este gran parte del empleo. Pero esto no ocurre solo en México, sino también en muchos países de Latinoamérica, donde el 10% del empleo se identifica por la participación en estas actividades. Aunque los capitales regularmente son extranjeros, hay cientos de inversionistas nacionales que buscan oportunidades, pretendiendo entrar con productos nuevos y modernos.