A instancias del hinduismo, Indra es una de las deidades más importantes. Se lo considera amo y señor del cielo, pero también es el dios de la guerra, de la atmósfera y de fenómenos climáticos como el rayo y la tormenta. Podríamos decir que Indra era el equivalente a Zeus de la mitología griega, es decir, era el dios más importante, el dios de los dioses, quien encabezaba el olimpo hinduista.
Representación gráfica y atributos
Su representación gráfica se caracterizó por diversos atributos y señales físicas distintivas como ser: el relámpago era su arma, se trasladaba en elefante. Su piel es representada en blanco y en amarillo y el cuerpo lo tiene cubierto por ojos que son los que le permiten ver todo lo que sucede en el planeta.
Figura central del Rigveda
Como consecuencia de su importancia es habitual su mención en el Rigveda, el texto más antiguo de India y que está escrito en idioma sanscrito, la lengua tradicional de la India. Este texto consta de diversos himnos dedicados a los dioses. Incluso, en este texto se hace referencia a la protección que les brindaba a las personas discapacitadas como por ejemplo los cojos o los ciegos, y asimismo a aquellos que tenían una difícil existencia a causa de la marginación social que padecían. En el Rigveda, Indra, es una figura central y protagónica y se lo muestra como un auténtico héroe.
La leyenda cuenta que ante su temor de perder el rol protagónico que ostentaba como dios, solía enviarles a los mortales con posibilidades de hacerle sombra unas prostitutas celestiales que por supuesto les harían perder toda oportunidad celestial.
Cabe destacarse que la religión hinduista lo sumó a sus figuras relevantes pero le dio un papel menor, el de rey de los semidioses que eran los dioses inferiores, y con respecto a la tríada de dioses compuesta por Shivá, Vishnú y Brahmá, supo ocupar un rol menor.
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