La inclusión social refiere al proceso por el cual se busca garantizar que todas las personas, independientemente de sus características particulares, tengan un acceso igualitario a los derechos, los recursos y las oportunidades. En este sentido, en una sociedad inclusiva se reconoce la importancia de celebrar la diversidad como un activo que enriquece a las comunidades.
Desde esta perspectiva se entiende que la exclusión de ciertos grupos es histórica y cultural. Así, la inclusión social tiene por objetivo tanto promover políticas como brindar voz activa a los excluidos para poder generar un cambio de mentalidad que sea duradero y permita comprender que las diferencias son construcciones arbitrarias y que los derechos no se extinguen cuando se reparten, sino que, de esa forma, crecen.
Ejemplos
• Educación: una escuela es inclusiva si adopta enfoques que garantizan a todos los estudiantes, independientemente de sus particularidades, el acceso a la educación. Implica atender a las adaptaciones curriculares, la aplicación de recursos y la formación de docentes que puedan atender a las necesidades de cada estudiante.
• Legislación: en muchos países se han implementado leyes que contribuyen a crear un entorno de inclusión social. Por ejemplo, 186 países adhieren a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada por la ONU en el año 2006 por la cual se establece que las personas discapacitadas deben tener igualdad ante la ley, a la vez que los Estados deben garantizar que sus derechos humanos sean respetados.
• Empleo: los trabajos inclusivos son aquellos que contratan a personas diversas, pero no en base al mérito propio, sino que se les brinda capacitación para que, incluso siendo personas históricamente excluidas, puedan llevar a cabo su trabajo de forma correcta y efectiva.
• Medios de comunicación: se considera que son inclusivos cuando proporcionan subtítulos, interpretación en lengua de señas y otros servicios accesibles aseguran que la información llegue a todas las personas, independientemente de sus capacidades sensoriales.
Historia
Si bien el concepto de “inclusión social”, tal como lo conocemos en la actualidad, es relativamente moderno, las idean que subyacen al mismo tienen larga data y han ido desarrollándose a través de los años. Fundamentalmente, han destacado ciertos fenómenos históricos que contribuyeron en la concepción del término. En principio, durante el siglo XIX y principios del siglo XX, surgieron ciertos movimientos sociales que lucharon por la ampliación de los derechos civiles, la abolición de la esclavitud y la mejora en las condiciones de las mujeres. Dichos movimientos sentaron las bases para empezar a pensar recetas que rompieran con las exclusiones.
Posteriormente, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en vistas de las atrocidades cometidas durante la misma y junto con las dificultades que atravesaron quienes sobrevivieron, las naciones comenzaron a establecer ciertos sistemas que promovieran la inclusión de los grupos desfavorecidos a la vez que impulsaron programas de bienestar social para abordar las desigualdades. De hecho, fue en el año 1945 que se fundó la Organización de las Naciones Unidas que en 1948 proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la cual se estableció que todas las personas debían tener acceso a los mismos derechos básicos.
Para las décadas del 60 y 70, proliferaron en el mundo los movimientos activistas que presionaron por la igualdad de género, raza y orientación sexual, destacando la importancia de reconocer y abordar la exclusión de distintos grupos. No obstante, fue en las décadas siguientes que el concepto de “inclusión social” comenzó a tomar forma como tal a medida que se intensificaron las discusiones en torno a la pobreza, la discriminación y la marginación propiciada por modelos político-económicos que propugnaban limites a la participación del Estado. Así, los enfoques centrados en los derechos humanos y la justicia social se convirtieron en parte integral de las conversaciones internacionales. De hecho, en los Objetivos de Desarrollo del Milenio promulgados en el año 2000, los Estados miembros de la ONU acordaron que la inclusión social constituía una de las claves para lograr el desarrollo sostenible.
En la actualidad, se entiende que la inclusión social no solamente implica tener en cuenta las necesidades de las personas excluidas y evitar la discriminación, sino también brindarles la posibilidad de una participación activa en las decisiones que afectan a sus propias vidas.
Características
La inclusión social puede definirse en base a una serie de características. En primer lugar, se centra en la idea que sostiene que todas las personas deben acceder de forma igualitaria a los recursos y las oportunidades, independientemente de las diferencias individuales como el género, el origen étnico, la religión, el nivel socioeconómico, entre otras. Así, la inclusión social es inseparable de la justicia social la cual promueve que todas las personas deben tener acceso a los mismos derechos como educación, atención médica, empleo y vivienda.
Por otro lado, la inclusión social se propone crear espacios físicos y digitales que sean accesibles para todas las personas, eliminando las barreras y difundiendo la información necesaria. En ese sentido, la inclusión social implica la eliminación de cualquier tipo de discriminación que pueda limitar los derechos de las personas a la vez que busca crear entornos de respeto por la diversidad.
Sumado a ello, esta filosofía busca abordar las desigualdades para reducir la brecha entre los grupos marginados y los grupos privilegiados. Para lograrlo, no solo se imparten políticas públicas, sino que la inclusión social incentiva la participación activa de todos los ciudadanos en la toma de decisiones que afectan a sus vidas. De esta forma, se busca que cada individuo sea valorado y tenga la posibilidad de contribuir al bienestar común.
Finalmente, a partir de lo mencionado, podemos señalar que la inclusión social no se limita a generar cambios superficiales, sino que busca transformar las estructuras sociales, políticas y económicas para combatir la exclusión.