La iconología es el estudio de las imágenes artísticas que representan los distintos aspectos religiosos, mitológicos o culturales.
El término iconología viene de icono (que significa imagen) y de logía, que quiere decir ciencia o conocimiento. Esta disciplina forma parte de la historia del arte y está muy relacionada con la estética, la reflexión sobre la sensibilidad y la belleza dentro del mundo de la creación.
A la hora de conocer y comprender una obra de arte, es necesario describir las imágenes y esta tarea se realiza a través de la iconografía. Sin embargo, la mera descripción de los elementos de una obra no es suficiente para profundizar en su significado completo. Por este motivo, en el siglo XX surgió la iconología con el propósito de profundizar en los diversos sentidos de las imágenes en el arte.
El objetivo principal de la iconología es relacionar una obra y sus contenidos con una tradición artística. En este sentido, esta disciplina aporta una interpretación sobre una obra determinada. La idea es desvelar el significado oculto que hay detrás de una imagen y no simplemente su aspecto aparente.
Hay un componente psicoanalítico en la iconología, ya que el objetivo es explicar lo que no se presenta a simple vista y que forma parte del inconsciente individual y colectivo. De esta manera, la iconología es igualmente un método de investigación.
Este método de comprensión del arte parte de la idea de que una imagen creada por un artista está relacionada con una cultura y con un periodo concreto y este vínculo puede ser consciente o inconsciente pero, en cualquier caso, resulta evidente. La iconología también pretende explicar los paralelismos entre los distintos símbolos a lo largo de la historia del arte. Al mismo tiempo, se subraya que ciertas formas (por ejemplo, las formas geométricas en la arquitectura) tienen un sentido que va más allá de una imagen o estructura determinada, ya que forman parte de la cosmología, la religión o la filosofía.
Esta visión del arte intenta establecer conexiones simbólicas entre estilos y periodos muy diferentes, algo muy novedoso en la historia del arte. Pensemos, por poner un ejemplo, en un estilo arquitectónico del siglo XX que, a su vez, tiene elementos implícitos de la antigüedad, por lo que es conveniente saber cuáles son las conexiones entre ambos y, sobre todo, qué significado poseen.
Los símbolos del arte tienen, en consecuencia, varios niveles de comprensión. Uno de tipo técnico y descriptivo (que puede tener varios grados) y uno más profundo, el que presenta la iconología como disciplina y como método de análisis.