El ilusionismo es sin dudas uno de los artes y espectáculos que más asombran al público que los observa. La habilidad y el ingenio con el cual se plantean los actos de ilusionismo son las patas fundamentales para generar esos efectos inexplicables y que maravillan a millones de personas que los contemplan.
La aparición o en su defecto la desaparición intempestiva de personas, la lectura de la mente o cualquier tipo de transformación, son los números más salientes y efectivos que ostenta este singular arte.
Pero claro, detrás del éxito de este arte debe haber un ejecutor, un ilusionista, híper efectivo que sepa dejar boquiabiertos a los espectadores a través de sus trucos, y uno de los más destacados de la historia ha sido el húngaro Harry Houdini.
Erik Weisz era su verdadero nombre, el cual luego modificó por Erik Weisz cuando se asentó en Estos Unidos, pero en realidad el mundo lo conoció por su seudónimo de Harry Houdini.
Nació en Budapest un 24 de marzo del año 1874 pero pronto se mudaría junto a su familia a los Estados Unidos.
Las dificultades económicas de su familia lo llevaron a trabajar prácticamente cuando aún era un niño. Esa temprana cercanía con la calle lo acercó a los circos donde comenzaría a demostrar sus inclinaciones artísticas. También el descubrimiento de la magia lo llevó a interesarse sobremanera en ella.
Su seudónimo incluso lo tomaría de un popular mago del siglo XIX, el francés Jean Eugène Robert-Houdin.
La destreza física que le aportaron prácticas como la natación fueron las que lo ayudaron luego a desarrollar esos fantásticos trucos de escapismo en los que se liberaba de un chaleco de fuerza o de una caja fuerte cerrada adentro del mar, entre otros.
Los actos de ilusionismo de Houdini fueron ciertamente convocantes en su época. El asombro que generaban hacía que el boca a boca fuese fantástico a la hora de reunir más y más gente en el próximo show.
Estuvo casado con Beatrice Rahner, alias Bess, quien supo ser su flamante asistente en sus escapes.
Su muerte se produce a la edad de 52 años, un 31 de octubre del año 1926, a causa de una peritonitis que se habría complicado tras no recibir atención inmediata.