En primer término, “homónimo” proviene del griego homonimos (homos = igual o semejante, y onoma = nombre), por lo que plantea “nombres o palabras iguales”. Este concepto hace referencia a aquellas palabras que son iguales, ya sea en su escritura o en su pronunciación; de estas se desprenden las palabras homógrafas y las homófonas.
Palabras homógrafas
Existen palabras que se escriben de la misma forma, sin embargo, significan cosas diferentes, por ejemplo:
Esta tarde iré al banco para depositar el dinero.
Me quedé sentado en aquel banco esperando a que llegaras.
En estas oraciones vemos dos usos diferentes de la palabra “banco”. La primera hace alusión a una institución que realiza operaciones financieras y la segunda se refiere a un tipo de asiento. Cuando dos palabras se escriben de la misma forma y, por lo tanto, también tienen la misma pronunciación, se dice que estas son homógrafas, debido a que se escriben igual, pero poseen significados distintos.
Palabras homófonas
Palabras que suenan iguales, pero su significado y su escritura son diferentes, por ejemplo:
¡Hola! ¿Cómo has estado?
La ola de calor ha sido muy fuerte.
En las oraciones anteriores tenemos dos palabras que suenan exactamente igual: “hola” y “ola”. Sin embargo, al momento de escribirlas notamos que una utiliza la “h” y la otra, no; una expresa un saludo y la otra un fenómeno atmosférico. Cuando dos palabras suenan iguales, pero se escriben de forma diferentes y significan cosas diferentes, se dice que estas son homófonas.
Palabras homófonas
La palabra “homófono” proviene del griego homophonos (homos = igual o semejante y phoné = sonido o voz) y hace referencia a aquellas palabras que suenan y se pronuncian de la misma manera, pero que se escriben de forma diferente y que, por lo tanto, poseen significados diferentes. Por ejemplo:
Doña Carlota hojeaba un libro ayer por la tarde.
Su madre ojeaba la entrada de vez en cuando para ver si su hija regresaba.
En las oraciones anteriores podemos observar dos palabras que suenan exactamente igual, pero que al momento de escribirlas son diferentes y que además tienen distintas acepciones: “hojeaba” que se refiere a pasar las hojas de un libro y “ojeaba” que tiene que ver con mirar algo rápidamente; por lo que “hojeaba” y “ojeaba” son palabras homófonas.
Palabras que a veces sí son homófonas y a veces no
Debido a la riqueza lingüística del español, es posible que una misma palabra tenga una pronunciación distinta en diferentes regiones de habla hispana. Un ejemplo clásico serían las palabras “vídeo” y “video”, la primera se utiliza en España y la segunda se usa mayoritariamente en América. Debido a esto, en algunas ocasiones, dos palabras que en América se pronuncian exactamente igual debido al seseo, se pronunciarán de forma diferente en España o en otros lugares y, por lo tanto, no serán homófonas para esa parte de la población. Por ejemplo:
Todos mis recuerdos fueron abrasados en las llamas del incendio.
Nos quedamos abrazados toda la noche.
Si bien en la mayor parte de América diremos que los verbos “abrazar” y “abrasar” se pronuncian exactamente igual, otra buena cantidad de hablantes sí hará una distinción entre “z” (con el fonema /θ/) y “s” (con el fonema /s/) en su pronunciación.
Palabras homógrafas
La palabra “homógrafo” proviene de los vocablos griegos homos = igual y graphos = yo escribo; y hace referencia a aquellas palabras que se escriben y se pronuncian de la misma forma, pero varían en significado. Por ejemplo:
La muñeca empezó a dolerme después del partido de vóley.
Mi muñeca de trapo es mi juguete favorito.
En las oraciones anteriores, la palabra “muñeca” se usa en dos sentidos diferentes, la primera se refiere a una parte del cuerpo y la segunda a un tipo de juguete. Aunque ambas se escriben de la misma forma significan cosas diferentes y, por lo tanto, se dice que son palabras homógrafas.
Ejemplos:
El policía lo arrestó y le colocó las esposas.
Tener muchas esposas está mal visto en la actualidad.
El sumo pontífice viene a la ciudad.
El luchador de sumo está muy cansado.
Si sumo tres más dos, me da cinco.
La vela del barco es nueva.
Compré una vela por si se va la luz.
Este vino es delicioso.
Javier no vino a la reunión.
Tilde diacrítica: También existen algunas palabras que se pronuncian igual y se escriben casi idénticas, sólo las distingue una tilde, sin embargo, a pesar de su gran diferencia, estas no se consideran homógrafas ya que su escritura sí es distinta, como es el caso de mas y más, el y él, mi y mí.
Polisemia: Cuando dos palabras que son exactamente iguales tienen significados diferentes, se dice que son polisémicas, es decir, que poseen varios significados o acepciones, como en el caso de las palabras homógrafas.
Palabras parónimas
La palabra “parónimo” proviene del griego paronymos (para = junto a y onoma = nombre) y hace referencia a aquellas palabras que poseen una etimología similar, por lo que su pronunciación y escritura serán similares, mas no iguales, y sus significados serán diferentes. Por ejemplo:
Las palabras pueden tener más de una acepción.
Todos los años organizamos un festival, pero este será la excepción.
En la primera oración, la palabra “acepción” se refiere a los posibles y diferentes significados que una misma palabra puede tener (polisemia); mientras que, en el segundo, la palabra “excepción” se refiere a una exclusión. Ambas palabras, a pesar de ser parecidas presentan significados diferentes.
En cambio, las palabras derivadas como “panadero” y “panadería” no son parónimos puesto que su similitud se debe a que proceden de la misma raíz léxica “pan” y sus significados, por lo tanto, son similares, siendo la primera una persona que hace pan y la otra un lugar donde se vende pan.
Otros ejemplos de parónimos serían:
• Hambre y hombre
• Absceso y acceso
• Estufa y estafa
• Abrazar y abrasar (sólo para quienes sí hacen una distinción al momento de pronunciar los fonemas / θ / para “z” y /s/ para “s”; para quienes no hacen la distinción, estas serían palabras homófonas).