La hominización es el proceso por el cual un linaje de primates evolucionó hacia la especie Homo sapiens, es decir, los actuales seres humanos. En este sentido, el ser humano es un mamífero perteneciente al género homo que comparte un antepasado común con los gorilas y los chimpancés. La evolución hacia el ser humano fue un proceso progresivo y no lineal por el cual diversas especies de homínidos convivieron a lo largo de la historia. De ellas, todas se extinguieron, a excepción del Homo sapiens que perdura hasta la actualidad.
Teoría de la evolución y hominización
Las ideas respecto del surgimiento de los seres humanos, proceso también conocido como antropogénesis, han ido variando a lo largo de la historia, abarcando desde teorías religiosas hasta hipótesis de generación espontánea. Sin embargo, dichas concepciones se modificaron a mediados del siglo XIX a partir de las investigaciones de un naturalista inglés llamado Charles Darwin (1809-1882).
Según Darwin, la vida es parte de una modificación que, desde seres vivos con estructuras simples, se evoluciona hacia estructuras más complejas. Esto se da a partir de tres aspectos fundamentales: la mutación azarosa, la adaptación al ambiente y la supervivencia del más apto. En este sentido, según el científico, todos los seres vivos provienen de un antepasado común, incluidos el hombre y la mujer.
Así, la teoría acerca de la evolución de los seres humanos sostiene que, mediante un proceso que llevó millones de años, los primates habrían evolucionado, por un lado, en distintos tipos de simios y, por el otro, en los homínidos (primates bípedos). De ellos habrían evolucionado los seres humanos que se diferenciaron de los demás primates por ciertas características particulares.
La teoría de Darwin, se consolidó científicamente con el hallazgo, en 1974, de los restos de un esqueleto de más de 3 millones de años de antigüedad en lo que es la actual Etiopía. Este esqueleto, al que los científicos llamaron Lucy, constituye el ejemplar más completo de un homínido primitivo encontrado hasta el momento. Al género hallado se le dio el nombre de Australopithecus afarensis.
El proceso de hominización
Se trata de un proceso por el cual un linaje de primates fue adquiriendo ciertas características como la postura erguida, el bipedismo, los pulgares oponibles, y el aumento de la capacidad craneal hasta convertirse en homo sapiens. Como se ha mencionado, no se trató de un proceso lineal, sino que todos los procesos evolutivos adoptan la forma de las ramas de un árbol, es decir, que hubo especies de homo que incluso convivieron. En la actualidad solo perdura el género homo sapiens.
En primer lugar, el australopiteco es considerada la especie de homínido más antigua. Sus restos hallados en el África oriental, tienen una antigüedad aproximada de cuatro millones de años. Esta especie se caracterizó por su bipedismo, por tener una postura levemente inclinada y por la capacidad de utilizar ciertas herramientas simples.
Por su parte, el homo habilis fue una especie cuyos restos más antiguos datan de hace unos dos millones y medio de años. Los científicos le dieron ese nombre por su capacidad para fabricar herramientas, fundamentalmente con piedras.
Otra especie fue la del homo erectus que data de hace unos dos millones de años. Esta especie, a diferencia de las anteriores, se paró de forma erguida y contó con una capacidad craneal mayor, teniendo un cuerpo similar al del humano actual. Se entiende que, además de fabricar herramientas, también tuvo dominio del fuego.
El hombre de Neandertal, por su parte, fue una especie del género homo que convivió con el homo sapiens, pero finalmente se extinguió. Sus restos más antiguos datan del 200.000 a.C. en lo que es la actual Alemania. Esta especie se caracterizó por desarrollar técnicas de caza y por enterrar a sus muertos.
Finalmente, el homo sapiens es la especie humana actual. Sus restos más antiguos son de hace 315.000 años aproximadamente. Se trata de la primera especie que realizó manifestaciones artísticas y usó un lenguaje articulado y abstracto. Su nombre hace referencia a la capacidad de pensar que tienen los humanos.
Referencias bibliográficas
Bermúdez de Castro, J.M. (2020). “Un viaje por a la prehistoria”, Madrid: Ediciones Akal.Darwin, C. (2015). “El origen de las especies”, Booklassic.