La palabra hermandad proviene de hermano, la persona que tiene un vínculo de sangre con otra a través de uno o los dos progenitores. Y el vocablo hermano se encuentra en el campo semántico de palabras afines: hermanamiento, hermanastro o hermandad.
La idea de hermandad expresa una relación entre dos o más personas. En el caso de los hermanos la relación es consanguínea y normalmente afectiva. No obstante, cuando varias personas tienen unos lazos emocionales estrechos también es posible hablar de hermandad entre ellos, ya que se comportan como si fueran hermanos, es decir, se brindan ayuda mutua y tienen un sentimiento de afecto.
En ocasiones el concepto de hermandad se presenta como una aspiración entre los individuos de un colectivo e incluso se habla de la hermandad entre los hombres como sinónimo de fraternidad y buena convivencia.
Desde un punto de vista institucional se ha creado la hermandad entre ciudades (también llamada hermanamiento) que comparten elementos comunes, normalmente de tipo histórico.
Las hermandades religiosas
Otra variante de este concepto se manifiesta en el ámbito religioso. Una hermandad religiosa es una agrupación de personas que comparten unas creencias y unos valores relacionados con algún aspecto de su religión.
En la tradición católica española y latinoamericana existen hermandades, que se crean para venerar a una virgen o a Jesucristo en la tradición de la Semana Santa.
Los miembros de una hermandad religiosa están unidos exclusivamente con respecto a un culto determinado (por ejemplo a una imagen religiosa) y tienen actividades y profesiones muy distintas entre ellos. Comparten un sentimiento y una fe y otras consideraciones son irrelevantes.
Desde el punto de vista popular las hermandades son muy parecidas a las cofradías, pero hay una diferencia fundamental entre ellas. Mientras en una hermandad hay una pluralidad de individuos (en lo social, económico o profesional), en las cofradías las personas asociadas comparten una profesión (una cofradía de pescadores, por ejemplo). Esta diferencia es de carácter formal y tiene un sentido histórico. De hecho, con el paso del tiempo muchas cofradías se han convertido en hermandades.
Desde otra perspectiva, algunas órdenes religiosas utilizan la palabra hermano para referirse a los miembros de una comunidad, algo muy similar a lo que ocurre con otro tipo de entidades no religiosas, como la masonería. En ambos casos, los integrantes de estas asociaciones intentan convivir en hermandad.