Los más grandes inventos de la historia han estado rodeados de polémicas respecto de sus autores, y el fantástico telescopio no escapó de dichas controversias…
Primeramente se le atribuyó su invención al archi famoso Galileo Galilei, sin embargo, los registros escritos de aquel tiempo permitieron conocer que en realidad el científico alemán Hans Lippershey fue el primero en solicitar la patente del telescopio, en el año 1608, imponiéndose como su autor
Ahora bien, luego, otros estudios arribaron a un nuevo descubrimiento: que un español de nombre Juan Roget lo habría anticipado a Lippershey, sin embargo, al no haber registrado su invento los laureles se los terminó llevando el alemán.
La vida de Lippershey transcurrió entre los años 1570 y 1619.
Si bien nació en Alemania, desde pequeño vivió con su familia en Holanda.
Se dedicó profesionalmente a la fabricación de lentes y a la astronomía, luego de avanzar en la construcción del mencionado telescopio, que le permitió realizar variadas observaciones astronómicas en su época, tan activa en este sentido
Más allá de la mencionada disputa que existe en cuanto a su inventor lo cierto es que el telescopio fue una herramienta que contribuyó sustancialmente a comprender de modo más certero el universo.
Y por supuesto supo ser un recurso esencial para el desarrollo de la astronomía, y así, cada avance que se efectuó en orden a perfeccionarlo facilitó los descubrimientos cósmicos.
En la actualidad nos podremos encontrar con diferentes diámetros y clases, siendo de entre 76 y 150 mm. los que usa un aficionado, y de 200 mm. los que manipulan los astrónomos.
Vale destacarse que el gobierno de los Países Bajos le denegó la patente a Lippershey, sí le entregó una recompensa de por vida por brindarle las copias de su diseño, que compró, modificó, y finalmente comercializó
Los argumentos para rechazar el pedido fueron que ya era vox populi dicho invento por lo cual no le podían entregar a él solamente el mérito.
El telescopio que utilizó oportunamente Galileo para observar la luna estaba basado en el diseño del alemán.
Respecto de cómo llegó a crear su singular proyecto, la leyenda cuenta que Lippershey observó a un niño alineando lentes y esto lo inspiró en su creación.
El diseño del alemán presentó una lente fija y otra móvil que le permitieron efectivamente observar objetos ubicados a lo lejos, e identificar en los mismos pequeños detalles.
Entre los homenajes que se le han hecho se destacan el de nombrar a un cráter lunar y a un asteroide con su apellido.