Gregorio Mendel ha sido un religioso católico que además de su compromiso de fe y misión eclesiástica, dedicó gran parte de su vida a la investigación biológica, desde una posición bastante reservada, pero a pesar de ello lograría generar aportes y contribuciones sustanciales al campo de la genética.
Religioso y científico que realizó una enorme contribución a la genética
Lamentablemente él mismo no pudo apreciar como su legado ayudó a otros colegas a avanzar en el desarrollo de la genética, porque obtuvo un reconocimiento póstumo, de todos modos, sus logros hoy le han devuelto los honores.
Experimentó especialmente en plantas y a partir de sus ensayos y conclusiones es que se lo considera un pionero de la genética, rama importantísima dentro de la biología actual.
Experimentos y formulación de las Leyes de Mendel
Mendel comenzó sus experimentos eligiendo dos plantas de guisantes que diferían en un carácter a partir del cruzamiento de las mismas en los mismísimos jardines del monasterio en el cual residía.
Las Leyes de Mendel es la denominación formal que reciben un conjunto de reglas básicas sobre la transmisión por herencia de las características de los organismos de padres a hijos, por tanto, las mismas resultan ser una autoridad en la materia rigiendo la herencia genética.
La primera ley sostiene que cuando se cruzan dos individuos de raza pura, los híbridos resultantes serán todos iguales y podrán parecerse a uno u otro progenitor; la segunda ley propone que ciertos individuos son capaces de transmitir carácter, aunque en los mismos no se manifieste, es decir, al cruzar entre sí los híbridos de la segunda generación, los descendientes se dividirán en cuatro partes, de las cuales una se parece a su abuela, otra a su abuelo y las dos que restan a sus progenitores; y la tercera ley hace alusión a que en el caso que las dos variedades de partida difieran entre sí, ya sea en dos o más caracteres, cada uno de ellos se transmitirá de acuerdo con la primera ley..
En tanto, las mismas tienen un denominador común: el monje agustino católico y naturalista Gregor Johann Mendel.
Increíblemente, en el momento en el cual Mendel publicó su trabajo, en 1866, no fue valorado, pasando sin pena ni gloria.
Recién en el año 1900 su figura cobraría relevancia cuando otros tres científicos redescubriesen por separado las mencionadas leyes.
Orígenes y carrera profesional
Mendel nació un 20 de Julio del año 1822 en Heinzendorf, un pueblo ubicado al norte de República Checa.
Nació en un hogar con bastantes carencias económicas, su padre era veterano de las guerras napoleónicas y su mamá la hija de un jardinero, hecho que demuestra que no contó en su infancia con grandes oportunidades, su vocación y su esfuerzo fueron fundamentales en su evolución y crecimiento y también en los logros investigativos que conseguiría más adelante.
En el año 1843 formalizó su vocación religiosa ingresando como fraile agustino en el convento de agustinos de Brno y en 1847 se ordenó sacerdote.
La Abadía de Santo Tomás fue el lugar de residencia tras su ordenación y sería enviado a la ciudad de Viena para poder llevar a cabo su carrera docente, tal era su inquietud profesional más allá de la vocación religiosa.
Se doctora en las materias de matemáticas y en ciencias en el año 1851.
Y unos tres años más tarde, en 1854 logra el cargo de profesor suplente en la Real Escuela de Brünn.
Para 1868, es lo designa como abad del monasterio hecho que cambió el curso de su actividad e hizo que tuviese que abandonar las investigaciones científicas y se dedicó exclusivamente a las actividades propias del cargo de abad.
Es importante decir que los avances científicos posteriores a Mendel reconocen que sus leyes lograron simplificar muchísimo el proceso que se investiga, sin ellas hubiese sido más complejo avanzar, incluso, estas leyes hoy constituyen la base y el pilar fundamental para la genética que no hubiera visto la luz sin Mendel.
Su método fue riguroso y por ello es que luego sería imitado y seguiría proporcionando avances.
Además, Mendel fue titular de la prelatura de la Imperial y Real Orden Austríaca del emperador Francisco Jose I, director emérito del Banco Hipotecario de Moravia, fundador de la Asociación Meteorológica Austríaca, miembro de la Real e Imperial Sociedad Morava y durante los últimos diez años de su dedicó a la Apicultura.
A los 61 años de edad, falleció en Brno, Austria, Hungría.