Giordano Bruno supo ser un intelectual, teólogo, astrónomo y matemático de origen italiano, que realizaría notables aportes durante su época, en el siglo XVI, sin embargo, por su ideario sería ciertamente criticado y perseguido y recién lograría reconocimiento mundial algunos siglo después, entre los siglo XIX y XX, cuando su trabajo es revalorado.
Religioso dominico de notables aportes a diversas ciencias y a la teología de su tiempo
Fue un pensador y religioso especialmente liberal y ello obviamente en el tiempo que vivió lo pagó con su propia vida.
Filippo Bruno, tal era su nombre original, en el campo de la astronomía, superó la propuesta copernicana y sostendría que el sol era solamente una estrella y el universo estaba conformado por una serie de mundos habitados por personas y animales de todo tipo.
Bruno se había ordenado sacerdote y pertenecía a la Orden de los Dominicos, sin embargo, solía contradecir a la Iglesia Católica, algo que por supuesto a esta última molestaba y mucho.
Un libre pensador que incomodaba a la Iglesia Católica
En sus estudios y aportes a la teología propuso una particular creencia del mundo que consiste en darles un lugar equivalente a Dios, la naturaleza y al propio universo.
Esta situación y otras tantas consideraciones políticamente incorrectas lo llevaron a ser encontrado culpable de herejía.
Orígenes, trabajo, y asesinado por orden de la inquisición
Nace en Nola, cerca de Nápoles, en el año 1548, y a los 14 años lo envían a la ciudad de Nápoles a estudiar.
A los 17 años ingresa como novicio en el convento de los dominicos y se ordena como sacerdote en el año 1572.
Se doctorará más adelante, en 1575, en teología.
Como consecuencia de sus ideas teológicas debe escapar de Nápoles y de Roma y entonces se dirigirá a diversas ciudades italianas en busca de refugio.
En Ginebra logra el apoyo de un calvinista, sin embargo, algunas de las consideraciones contrarias de Bruno, nuevamente lo llevarán a emprender el retiro.
De aquí parte a Francia, donde correrá una mejor suerte ya que impartirá clases en la Universidad y hasta se acercará a la monarquía, también hará lo propio en Inglaterra cuando deje París.
Esta ha sido su etapa más floreciente en materia de escritor.
A su regreso a Francia es donde será acusado a las autoridades de la inquisición por hereje y por caso condenado a una de las muertes más crueles que se ejecutaban por aquellos años: quemar en la hoguera.
Fallece el 17 de febrero del año 1600 tras ser quemado en la hoguera por decisión de la inquisición romana que lo encontró culpable de cometer herejía.