El mapa es uno de los instrumentos más importantes con los que cuenta el hombre para ubicarse en el planeta y por caso es que desde tiempos remotos ha sido una obsesión del ser humano la de elaborar precisos y fieles mapas.
En tanto y a propósito de la cartografía y sus notables avances es imposible soslayar la gran contribución del cartógrafo de origen flamenco Gerardo Mercator, también denominado en la historia como Gerard Kremer o Gerardus Mercator.
Su trabajo durante el siglo XVI fue constante e importantísima, especialmente en las cortes, al servicio de por ejemplo el duque de Jülich, y entre lo más destacado que nos ha legado se cuenta la Proyección de Mercator, que consiste en un tipo de proyección cartográfica cilíndrica que facilita la elaboración de mapas de la superficie de nuestro planeta.
Lograda en el año 1569, la proyección de Mercator fue muy usada para la realización de las cartas náuticas ya que permitía un fácil trazo del rumbo.
Sin lugar a dudas, el trabajo de Mercator marcó un avance cierto y concreto respecto de las ideas que primaban en la Edad Media y especialmente se preocupó por satisfacer las necesidades que surgían de la navegación.
La superficie cilíndrica propuesta por Mercator simula la superficie esférica de nuestra tierra, la cual es tangente al ecuador y entonces al desplegarse originará un mapa terrestre pero plano.
Su nacimiento se produjo en la ciudad de Rupelmonde, un 5 de marzo del año 1512.
Desde temprana edad demostró inclinación e interés hacia disciplinas como ser la astronomía, la geografía y las matemáticas, que lo acercaron a diversos y notables tutores y también le permitieron experimentar hasta alcanzar las primeras novedades: como ser grabar globos terráqueos con escritura de tipo cursiva.
Luego, llegaría la realización de un mapa de Palestina, de su patria y de Europa, entre otros.
Otro gran aporte suyo a la actividad fue la introducción del concepto de atlas, tal como se denomina a la colección de mapas de diferentes características que dispone diversos tópicos: economía, geografía, religión, política, entre otros.
La situación más crítica de su vida se dio en 1544 cuando es acusado de hereje y debe pasar unos largos meses en prisión.
Fallece el 2 de diciembre del año 1594.